El gato tiene una rabieta para comer: explicación y remedios
¿Tiene la sensación de que el gato tiene una rabieta para comer? ¡Veamos juntos a qué se deben y cuáles son los remedios más efectivos!
¿El gato hace berrinches para comer, como si fuera un niño? No se sorprenda demasiado porque las mascotas como perros y gatos tienen capacidades intelectuales y del habla comparables a las de un niño de dos o tres años. Y, al parecer, los caprichos también forman parte del equipaje. ¡Por muy silencioso que sea, el remedio existe! ¡He aquí cómo hacerlo!
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Presta atención a las causas
Sí, incluso los gatos tienen una rabieta. Tiempo favorito? Pero obviamente el de la papilla. En el imaginario colectivo siempre tendemos a pintar al gato como un animal quisquilloso, a veces esnob, que nos hace sufrir con sus pretensiones culinarias.
En resumen, muchas veces nos vemos obligados a cambiar su comida por su… huelga de hambre. Pero hay una cosa: en realidad, puede haber varias razones detrás de su comportamiento, que es bueno analizar.
Cuando hay algo mal
Si el gato no come, básicamente puede depender de dos casos: o el gato está enfermo o tiene una rabieta. Y es obvio que en el primer caso no puedes evitar llevar rápidamente al animal al veterinario para averiguar qué dolencia es. De hecho, tras el rechazo de alimentos se pueden esconder diversas causas médicas.
Puede ser una simple indisposición general y transitoria, así como puede ser indicio de una patología más grave: el veterinario nos la revelará. En cualquier caso, no es difícil entender si el gato no come porque está enfermo o porque tiene una rabieta.
En el primer caso no estará tan animado como de costumbre, tenderá a dormir más y estará más débil. Sin embargo, incluso si cree que esto es solo una rabieta, deberá llevar a su mascota al veterinario si comienza a saltarse demasiadas comidas.
Cuando el gato hace un berrinche
Si está bien, tendemos a identificar el rechazo de los gatos como un capricho. Generalmente se acerca al cuenco, olfatea la comida y se va. ¿O acabas de cambiar de marca de croquetas, pero no le has pedido su opinión al gato? Bueno, es posible que no esté realmente de acuerdo y que rechace su iniciativa.
¿Tu gato está teniendo una rabieta? Podría; No se puede negar que algunos gatos son un poco mimados, aunque la responsabilidad siempre es del dueño. Pero muy a menudo detrás de estos comportamientos se podría esconder una situación incómoda del gato.
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Entendiendo las causas
Entonces, el primer paso es comprender las causas de su comportamiento. ¿El gato es quisquilloso? Este no es el caso. Este pequeño felino conserva las necesidades escritas en su ADN incluso antes de que fuera domesticado por los humanos. Como sabemos, el gato es un animal carnívoro.
Su dieta se compone casi exclusivamente de carne. Entonces, en la naturaleza, el gato prefiere las presas pequeñas: traducido en otras palabras. comidas pequeñas y frecuentes durante todo el día, y por tanto siempre comida fresca. En la medida de lo posible, deberá intentar reproducir estas condiciones también en la alimentación casera del gato.
Es un animal muy habitual, incluso en la alimentación. Esto les lleva a mirar cualquier alimento nuevo con desconfianza. Pero es simplemente una característica innata; es ese principio de autoconservación el que le lleva a mirar con recelo algo que no conoce y que podría perjudicarle.
Consejos útiles
El consejo más útil de todos es adaptarse a las necesidades del gato, donde en realidad no son los simples caprichos del animal. Entre los diversos consejos para poner en práctica, aquí tienes algunos:
- Cuencos llenos, pero no demasiado llenos: como dijimos, el gato necesita comer una y otra vez en un día. Por tanto, lo ideal es dejar la comida del gato en el cuenco de casa. Sin embargo, no demasiado: limítese a la cantidad diaria. Si pone una porción excesiva de comida, especialmente en los períodos más calurosos, puede secarse y no ser tan apetecible para el gato al día siguiente.
- Mira la ubicación: la comida en el cuenco está bien, pero tenga cuidado de proporcionar al gato un ambiente suficientemente estimulante. En definitiva, esconder (pero no demasiado) la comida en varios puntos de la casa, especialmente en la parte superior, le ayudará a mantener activo su instinto depredador y al mismo tiempo a gustarle más;
- Cambiar, pero con moderación: está permitido cambiar la marca de croquetas o el tipo de comida, pero antes de llamar al gato quisquilloso, trata de entender si la que compraste no es para él. Por el contrario, le pueden gustar muchos productos nuevos, siempre que sean adecuados para su paladar. Después de todo, tampoco comes lo que no te gusta;
- Paciencia: si el gato realmente no quiere comer nada más, recuerda tener paciencia. Toma (y dale al gato) todo el tiempo que necesites.
Antonio Scaramozza