Señales de buena salud en el gato: como saber que Micio está bien
A veces miras a tu gato y te preguntas si realmente está bien, pero ¿cómo te aseguras de que tu gato esté sano y en forma? Los signos de buena salud en el gato.
A la hora de optar por adoptar un gato, somos conscientes de que seremos responsables de su salud y bienestar desde todos los puntos de vista: ya sea un gatito, un gato adulto o un gato anciano es importante que el gato lo tenga todo. que es necesario para vivir sano y feliz.
Los gatos deberán seguir una dieta sana y equilibrada, realizar actividad física y juegos que puedan estimular su mente, disfrutar de los mimos y la compañía de su familia humana: con tiempo, amor y dedicación lo sabremos cuida al gato de la mejor manera.
Al igual que cualquier otra mascota, el gato podría enfermarse: los felinos domésticos son animales independientes y misteriosos que rara vez maúllan y se quejan si algo anda mal. Por eso hay que aprender a observar gatos y reconocer los signos de buena salud en los gatos, para entender si todo está bien o si algo anda mal.
6 señales de buena salud en los gatos que no deben subestimarse
1. Peso estable y dentro de los límites
En un gato sano, el peso sufre variaciones muy pequeñas: controlar regularmente el peso del gato es una buena forma de controlar su salud. En particular, se debe tener cuidado de asegurarse constantemente de que el gato mantiene su peso ideal para evitar que se mueva hacia la obesidad o por el contrario pierda demasiado peso.
Entre las enfermedades que afectan la mala alimentación, obesidad es el más común entre los gatos y es muy peligroso no solo por un factor estético, sino también para la salud física y psicológica del gato. Suele afectar con mayor frecuencia a ejemplares de mediana edad, a partir de los 11 años. El gato puede definirse como obeso si su peso supera el peso corporal ideal en un 20%.
2. Limpiar las orejas
Igual que hemos visto en los signos de buena salud en los perros. el gato sano debe tener las orejas limpias: el interior debe ser rosado, sin demasiadas acumulaciones de cera ni olores desagradables.
Si bien es posible que el gatito no sea muy cooperativo, es esencial revise regularmente el canal auditivo y preste atención a algunos factores fundamentales.
Por ejemplo, la sequedad combinada con áreas negruzcas puede indicar una infestación de ácaros mientras que las acumulaciones marrones son espías de una candidiasis. Si la cerilla es purulenta, amarillenta y maloliente, es plausible que el gato tenga una infección bacteriana en curso, mientras que el olor a humedad es un síntoma típico de otitis en gatos.
Atención a los demás también señales típico de las enfermedades del oído en los gatos: a menudo sacude la cabeza, se rasca las orejas, el pelo de las orejas tiene costras o está grasoso, hay eritema o irritación en la zona del oído externo.
3. La apariencia de las heces
No todo el mundo presta atención a la apariencia de las heces de su amigo felino, sin embargo, entre los signos de la buena salud de un gato ciertamente también heces firmes, bien formadas, de tamaño adecuado a los del animal. Un gato sano defeca al menos una vez al día y la aparición de las heces está obviamente también y sobre todo ligada a lo que suele comer el gato.
Una nota separada se refiere a flatulencia en gatos: un gato que la padece no se ve afectado automáticamente por una enfermedad, estos episodios suelen ocurrir cuando el gato ingiere algo que no es capaz de digerir como la leche y algunos tipos de verduras. Estas alimentos no aptos para el gato fermentar en el intestino provocando la formación de gases: ¡recuerda siempre que la dieta del gato es esencialmente carnívora!
4. La orina del gato
Incluso la orina puede hablar sobre la salud del gato: el gato debe poder orinar sin esfuerzo ni dolor, con chorro continuo. El pis de gato saludable es transparente y de color amarilloAdemás, los machos tienen un chorro más corto y más frecuente, a diferencia de las hembras.
Si su gato comienza a orinar fuera de la caja de arena, es probable que esté expresando un malestar: A veces puede ser por nuestra culpa, por ejemplo porque la caja de arena no se limpia con la suficiente frecuencia o porque está colocada en un lugar que no le gusta al gato.
En otros casos, sin embargo, el gato orina fuera de la caja de arena debido a un problema de salud, generalmente por uno enfermedad del tracto urinario que es muy común entre los gatos domésticos. Otros síntomas comunes para este tipo de problemas son: dificultad para orinar, sangre en la orina, mucha más o mucha menos micción.
5. Pelaje suave y sedoso
Entre signos de buena salud en los gatos La apariencia del cabello y la piel también forma parte de ella: un mantenimiento regular ciertamente ayuda mucho, con un cepillado regular que ayuda a eliminar el cabello muerto, oxigenar la piel y pasar un rato agradable con tu amigo de cuatro patas.
El pelaje de un gato sano es liso, brillante, suave y sedoso. No tiene caspa y no desprende malos olores. Por lo general, la pérdida de cierta cantidad de cabello es fisiológico especialmente en algunas épocas del año: en primavera y otoño, de hecho, el gato vive su muda estacional. Además, los gatos cambian completamente su pelo al menos 3 veces en su vida: alrededor de los 4/6 meses, 2 años y alrededor de los 6 años de edad.
Otras causas de la caída del cabello en los gatos pueden ser de naturaleza suave y hormonal, vinculadas a deficiencias nutricionales o enfermedades (especialmente de naturaleza parasitaria): cuidado con los demás síntomas relacionados, como pérdida de cabello en parches, picazón, enrojecimiento de la piel o pérdida del apetito. Si aparecen estos signos, es bueno que consulte a su veterinario inmediatamente.
6. Comportamiento normal del gato sano
Un gato sano suele estar lleno de vitalidad, alerta y alerta, vivaz y dinámico. Si nota un cambio repentino y repentino en el comportamiento habitual de los gatos suele ser un Señal de alarma No hay que subestimarlo: por eso es importante observar atentamente a tu amigo felino para notar cualquier cambio de hábito.
Entre aspectos que no se deben subestimar recordar, por ejemplo, si el gato empieza a beber más de lo habitual o por el contrario a beber menos agua, cambios en el nivel normal de apetito, hiperactividad o letargo y desinterés por los juegos que anteriormente estaban entre sus actividades favoritas.
Usted también podría estar interesado en:
Chiara Burriello