El perro duerme acurrucado: la razón por la que Fido se acurruca

La posición acurrucada es una de las posiciones para dormir más populares para perros; si tu perro también duerme acurrucado, debes saber que hay una razón realmente sorprendente detrás de ella.

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¿Por qué mi perro duerme acurrucado? (Foto Pixabay)

Fantásticos, increíblemente leales y cariñosos compañeros de vida, los perros también saben destacar por algunos caprichos inexplicables en su comportamiento que, si cabe, hacen que los amemos aún más. Uno de los comportamientos instintivos de Fido que más nos fascina y suaviza es su costumbre de asumir la clásica posición de «rosquilla» para conciliar el sueño: pocos saben, sin embargo, que no se trata solo de una cuestión de conveniencia.

El perro duerme acurrucado por una razón muy específica, firmemente arraigado en la evolución milenaria de la especie: así lo explicó muy claramente la Dra. Margaret Gruen, experta en medicina del comportamiento en el Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Carolina del Norte.

¿Por qué mi perro duerme acurrucado? La respuesta inesperada

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El perro duerme en posición de rosquilla (Foto Pixabay)

Como se ha mencionado, la posición acurrucada que suelen adoptar los perros cuando duermen es fruto de su evolución: existen diferentes posibles razones por las que Fido puede preferir acurrucarse para dormir en paz, y no todas están ligadas a la simple necesidad de estar a gusto para finalmente poder conciliar el sueño.

Los perros pueden optar por dormir en la posición de «rosquilla» por al menos tres razones diferentes: en primer lugar, un legado de la época en que los perros vivían en estado salvaje en lugares caracterizados por climas muy fríos. En este caso, el perro cava un pequeño nido y se acurruca dentro de él, por mantener y preservar el calor corporal.

Una segunda motivación, que hoy nos puede parecer extraña, es la necesidad de proteger los órganos internos durante el sueño profundo, que representa la fase de máxima vulnerabilidad para cualquier animal: una táctica que hoy puede parecer decididamente poco útil para los perritos de la casa, pero que era fundamental para los perros salvajes.

La tercera y última razón es la que quizás parece tener más sentido incluso hoy: el perro duerme acurrucado en un intento de protegerse y mantenerse a salvo, tal vez cuando descansa en un entorno que le es extraño. A pesar de que Fido ahora es un animal doméstico, los legados de su instinto atávico todavía se sienten hoy porque el sueño es precisamente el momento en el que se siente más vulnerable a los peligros que vienen del exterior.

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CB