Perro en la cadena: lo que dice la ley al respecto
¿Se puede encadenar al perro o la ley lo prohíbe? Todo lo que necesita saber sobre cómo mantener a los perros atados con una cadena de hierro.
Que triste es ver un perro atado a la cadena, sin posibilidad de moverse, como si fuera un prisionero? Aparte de su cara triste y la angustia de verlo en esas condiciones, ¿alguna vez nos hemos preguntado si está permitido que un perro se vea obligado a quedarse así? aquí qué dice la Ley al respecto y cómo debemos regularnos si encontramos uno en la calle.
Perro encadenado según la ley
Como en otras circunstancias, como la cuestión de si el perro puede entrar o no en la Iglesia, incluso en este asunto hay poca claridad desde el punto de vista legal. Ciertamente hay rseveras reglas y sanciones para quienes maltraten a sus animales, pero ¿mantenerlo atado a la cadena también forma parte de la lista de malos tratos? Sobre esto el marco legislativo no es específico, pero los municipios italianos se han hecho cargo de él y han procedido, con gran sensibilidad al tema, a redactar sus propias normas sobre el mantenimiento del perro atado. Salvo algunas excepciones, parece que todo el mundo está más o menos acepta no sujetar a un perro por la cadena.
Si queremos apelar a la ley podemos cuestionar Arte. 544 del código penal que, aunque de forma demasiado general, afirma que los animales no pueden mantenerse en condiciones incompatibles con sus características etológicas. Pero en realidad, si vemos un perro atado a la cadena en la calle, no tenemos ‘permiso’ para soltarlo.
Cuando liberar a un perro de la cadena
Aunque no estamos protegidos por la ley para liberar a un perro, dado que ninguna regla oficial prohíbe al dueño mantenerlo de esa manera, podemos evaluar la situación en su conjunto y posiblemente intervenir. Lo único que nos permitiría tener ‘razón’ para liberar a un perro de su cadena está ahí constatar que el perro se encuentra en situación de sufrimiento.
Si la cadena no es lo suficientemente larga para que el animal se siente, o dé unos pasos, o llegue al cuenco de agua o su perrera, entonces podemos intervenir. Además, la cadena debe estar equipada con mosquetones, que aflojan el agarre y evitan el riesgo de estrangulamiento.
Perro encadenado: las regiones menos ‘rígidas’
Si bien cada normativa autonómica y municipal toma sus medidas específicas al respecto, la regla general tiende a evitar mantener al perro en la cadena. Salvo en algunas regiones que parecen más ‘tolerantes’ con el tema.
Lombardía por ejemplo, en 2017, introdujo algunas novedades sobre el tema: si existen motivos de salud concretos, certificados por un veterinario o temporales por motivos de seguridad, el perro puede quedarse en la cadena.
En Piamonte en cambio, el reglamento autonómico de julio de 2004 establece que se debe evitar la detención de perros en la cadena, pero si es necesario por motivos específicos, debe ser por períodos de tiempo no superiores a 8 horas.
En lugar en la ciudad de Bari el reglamento es aún menos claro: « Si es indispensable, el uso de la cadena debe en todo caso garantizarse para el libre movimiento del animal con la posibilidad de alcanzar cómodamente los contenedores de agua, comida y refugio … La longitud de la cadena no debe ser menos de cinco metros o más en relación al espacio disponible y teniendo en cuenta el bienestar animal. Sin embargo, está prohibido el uso del collar estrangulador ».
Y multe es una pluma
En definitiva, aunque en general existe una tendencia a no mantener al perro en la cadena, no existe una normativa única válida para todos. En general, sin embargo, si no se cumplen las condiciones que permiten tal comportamiento, entonces una penalización de unos 5.000 euros. Además también el Código Penal castiga la detención del animal encadenado. La sentencia del 20 de febrero de 2018 es emblemática: el Tribunal de Casación ha establecido una pena de prisión de seis meses por el delito de maltrato de animales referido all’art. 544 ter cp contra un hombre que mantuvo a un pastor alemán aislado en una cadena durante varios días, en malas condiciones sanitarias, sin agua, comida y refugio en enero.
Con la sentencia del 6 de julio de 2011 n. 26368, en cambio, se impuso una multa de 5 mil euros a un joven de sesenta y siete años por mantener a sus perros atados a una cadena demasiado corta. De hecho, los animales tenían abrasiones en el cuello.
Un poco de sentido común
Mantener al perro encadenado por nuestro egoísmo o para evitar que haga daño en casa o fuera debe hacernos reflexionar sobre dos cosas: la primera es que un perro no es un juguete y, antes de adoptar uno, es necesario comprender todas las responsabilidades relacionadas con la nueva vida que se elige acoger en casa. El segundo aspecto a valorar es que, si bien puede o no ser considerado un delito, la bienestar de los animales.
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