Vecinos intolerantes a los ruidos de tu perro: aquí está la solución
¿Es el perro ruidoso y los vecinos no aguantan más? Aquí están las soluciones que se deben adoptar para solucionar este molesto problema.
Entre las preguntas que hay que plantearse a la hora de decidir adoptar un perro está sin duda la de la casa donde vivimos. Si tuviéramos disponible una villa independiente, quizás con jardín, el problema se reduciría considerablemente. Pero si estamos en un apartamento, y peor aún, en un edificio de apartamentos, también es importante evaluar hasta qué punto nuestros vecinos son ‘tolerantes’. Tener un perro en casa es como un recién nacido: antes de acostumbrarse o de expresar sus necesidades, puede quejarse, o ladrar si algo no es de su agrado. En definitiva, no será fácil acostumbrarse a sus hábitos y necesidades, y ciertamente este sacrificio también será requerido de nuestros vecinos.
¿Qué tan molesto es realmente el perro?
Nuestro perro necesita expresarse y, a menudo, puede hacerlo ladrando. El lenguaje canino también incluye aullidos que tienen un significado específico. Además, es obvio que para expresar un malestar siente la necesidad de quejarse, y nos toca a nosotros entender por qué se queja el perro.
¿Capricho o molestia real?
Es un Un simple capricho o nuestro perro está excediendo los límites de tolerabilidad.? Porque eso es lo que es. Si nuestros vecinos también se quejan de que se les cae una pinza de ropa en el balcón, es probable que sean muy intolerantes con los aullidos y ladridos de nuestro perro. Por supuesto, será nuestro sentido común hacer el resto: tratamos de educar a nuestro perro lo antes posible para evitar tener discusiones acaloradas con los vecinos.
LEA TAMBIÉN: Cómo reconocer el lenguaje de su perro
Perro ruidoso: lo que dice la ley
Existen normas sobre la protección de las necesidades de nuestro Fido pero también para el respeto a la buena convivencia en el barrio en caso de un perro ‘llorón’. Existe una norma que regula el umbral de tolerancia, que no debe ser superado por el perro y en consecuencia por sus dueños. Este es elArte. 659 del Código Penal, que enfatiza nuestro respeto por la libertad de los demás. El animal tiene sus propias necesidades, pero le corresponde al dueño educarlo y plantearse, en su caso, inscribirlo en un curso de adiestramiento canino para evitar incurrir en casos de multas.
Perro ruidoso: el caso de Lanciano
En una disputa entre vecinos, que terminó y se resolvió en los tribunales de Lanciano, un juez dictó una sentencia sensacional y absolutamente una de las primeras en su tipo. Un par de propietarios se encontraron defendiéndose de las quejas sobre los ruidos de sus perros. El caso terminó a favor del amigo de cuatro patas, con el fallo de que: ‘Ladrar es el derecho existencial de un perro‘. Entonces Fido tiene razón y además, su papel protector hacia su familia es fundamental. Entre sus roles ciertamente se incluye el de ‘defensor’ de la familia, por lo que si los ladridos sirven para proteger su territorio, debe ser así. Por supuesto sin superar el umbral de tolerabilidad mencionado anteriormente.
Peleas entre vecinos: esto es lo que hay que hacer
La mejor solución siempre se encuentra en algún punto intermedio. Ese sería el caso con encontrar un equilibrio entre las necesidades de los vecinos intolerantes y las de Fido. Es una buena regla de convivencia civil buscar el diálogo y la solución antes de recurrir a métodos extremos, como los que cobran vida en un tribunal. En el caso de que sea tan imposible encontrar un compromiso, tal vez sea el caso de ‘limitar’ los aullidos del perro tratando de satisfacer sus necesidades, o llevarlo a dormir adentro para evitar que se queje de que lo dejan afuera. En definitiva, es bueno intentar ‘limitar’ los ruidos de nuestro Fido, precisamente para no herir la susceptibilidad de los vecinos y lamentablemente evitar episodios de represalias que ya se han producido anteriormente.
También te puede interesar: Cuando tu perro ladra todo el tiempo: 8 consejos para detenerlo
FC