La procesionaria: un peligro mortal para nuestros perros
¿QUÉ ES EL PROCESIONARIO?
Con la llegada de la primavera se corre el peligro de encontrar, en los parques llenos de pinos, la procesionaria, una divertida y aparentemente inofensiva oruga que toma su nombre de la peculiar costumbre de moverse por el suelo en fila como en procesión. Es un parásito peligroso especialmente para pinos y robles.
EFECTOS NOCIVOS EN HUMANOS Y PERROS:
Tienen una epidermis formada por pequeños ganchos en el cabello y se adhieren fácilmente a tejidos como la piel y las mucosas, provocando una reacción punzante dado por la liberación de histamina, que es una sustancia liberada en reacciones alérgicas. En casos severos cuando entramos en contacto con uno o más de sus pelos con cualquier parte de nuestro cuerpo se puede producir uno choque anafiláctico, provocando urticaria, sudoración, edema en la boca y garganta, dificultad para respirar, hipotensión, pérdida del conocimiento y eventualmente la muerte.
Si entra en contacto con un animal, los efectos serán devastadores
La procesionaria en primer lugar es peligrosa no solo por los efectos que tiene sino también para el mundo en el que se puede entrar en contacto con ella. Es sutil porque libera al ambiente pequeños pelos que revolotean en la hierba hasta las vías respiratorias de nuestro animal: caballo, perro, gato, oveja, etc.
Los síntomas del contacto son repentino e inmediatamente grave. El perro escucha dolor y será intratable. En el 90% de los casos el contacto será por vía oral, porque el perro curioso intentará atraparlo, por tanto En primer lugar tendremos que lavar al perro con agua y bicarbonato, usando guantes para no arriesgarnos demasiado al contacto.. El primer síntoma es la salivación repentina e intensa, provocada por un proceso inflamatorio violento que afecta principalmente a la boca y en una forma menos grave del esófago y estómago.
Las condiciones cayendo en picado, la lengua puede hincharse hasta el punto de asfixia y la necrosis puede provocar la pérdida de partes de la lengua o la nariz. Así que todo lo que tenemos que hacer es intentar mantén la calma, acude a la primera clínica veterinaria local y ayuda al médico en el diagnóstico.
Los síntomas serán muy comunes pero bien dirigidos y serán:
- salivación excesiva
- hinchazón de la lengua
- inflamación grave de la boca, el esófago y el estómago
- necrosis de la lengua y las mucosas
- temperatura
- vómitos y diarrea
- debilidad y falta de apetito
Para evitar el contagio, es necesario estar muy atento en los meses de primavera entre abril y junio, especialmente en las horas de la tarde cuando sacamos a nuestro perro a pasear, y controlar cualquier movimiento que realice en los parques.