Umbral de reacción en perros: qué es y cómo corregirlo
¿Alguna vez has oído hablar del umbral de reacción del perro? Averigüemos por qué es importante saber qué es.
Como bien sabemos, el carácter de nuestro peludo es una síntesis entre instinto y entrenamiento. Las enseñanzas que le transmitimos a Fido, junto con los comportamientos transmitidos epigenéticamente, hacen de nuestro amigo de cuatro patas lo que es. ¿Qué queremos decir con «umbral de reacción en el perro“? Esto es lo que es y cuándo debes cambiarlo.
¿Cuál es el umbral de reacción en perros?
El umbral de reacción del perro es la actitud que adopta el animal ante un determinado estímulo externo.
En primer lugar, podemos distinguir entre dos tipos principales de reacciones: defensa o ataque.
En el primer caso, Fido adopta un comportamiento de sumisión o huida ante lo que percibe como una amenaza. Por ejemplo, si te encuentras frente a un perro desconocido o un objeto que nunca antes habías visto.
En el segundo caso, sin embargo, el perro reacciona ante lo que pretende ser un peligro con agresión.
El alto umbral de reacción caracteriza a los perros particularmente activos y resueltos y permite una convivencia pacífica entre los cuadrúpedos y los ejemplares de otras especies, incluido el ser humano.
Por el contrario, un umbral de reacción bajo, típico de las mascotas peludas más inseguras, significa que el animal se siente amenazado con más frecuencia y corre el riesgo de reaccionar mal.
Precisamente por eso, es fundamental aumentar el umbral de reacción de Fido.
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Cómo cambiar el umbral de reacción de Fido
El umbral de reacción del perro depende de una serie de factores, entre ellos la educación recibida y sus primeros años de vida.
En general, si el peludo ha crecido con otros animales y ha pasado por un correcto proceso de socialización, es muy probable que goce de un umbral de reacción elevado: los ejemplares de otras especies no le asustan ni suponen una amenaza para él.
Por el contrario, un perro traumatizado, con un historial de abandono y abuso a sus espaldas, puede tener dificultades para confiar en los demás y presentar numerosos temores dictados por las trágicas experiencias pasadas que ha encontrado.
¿Es posible cambiar el umbral de reacción del perro, incluso en la edad adulta? La respuesta es sí: con un poco de esfuerzo y poniendo en práctica los ejercicios adecuados podemos conseguirlo.
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¿Está Fido sereno?
En primer lugar, tenemos que preocuparnos por la serenidad de Fido, entendiendo si está satisfecho con el entorno en el que vive y con su rutina.
Para ello, por supuesto, será necesario observarlo en su hábitat. Entre los principales aspectos a considerar, en particular, se encuentran los libertad de movimiento del animaltanto en casa como durante el paseo.
Para ello tendremos que comprobar que el arnés y la correa son lo suficientemente anchos, para no forzar al amigo de cuatro patas, haciéndole sentir atrapado y desarrollando su frustración.
La importancia de la comunicación no verbal
Nuestro amigo de cuatro patas puede verse influenciado por nuestro estado de ánimo.
Por ello, si estamos tensos y nerviosos, corremos el riesgo de transmitir nuestras emociones negativas a Fido, provocando irritabilidad en el animal y aumentando la riesgo de reacciones descompuestas y agresivas.
Por ello, es fundamental prestar atención a la forma en que nos comunicamos con el perro, tanto en el componente paraverbal (entonación, volumen de la voz) como en el gestual.
El mecanismo de recompensa
Finalmente, para aumentar el umbral de reacción del perro podremos explotar la estrategia de recompensas.
Asociar premios como golosinas, mimos y cumplidos a actividades encaminadas a favorecer la socialización de Fido es el método más eficaz para conseguir que el animal supere progresivamente sus miedos.