Silbato ultrasónico para gatos: qué es, cómo funciona, por qué usarlo
¿Hay un silbato ultrasónico para perros y para gatos? Incluso para nuestros queridos gatos existe una herramienta similar: así es como funciona.
A diferencia de los perros, los gatos suelen ser menos obedientes: hacen lo que quieren cuando quieren y como quieren, independientemente de nuestra voluntad. Después de todo, el encanto felino también radica en esta actitud suya. En realidad, sin embargo, es posible enseñarles a recordar, usando el silbato ultrasónico para gatosEsto es lo que debe saber acerca de esta herramienta.
Silbato ultrasónico para gatos: qué es
Somos muy conscientes de que el oído felino está mucho más desarrollado que el humano. Debido a esto, los gatos son capaces de percibir sonidos y ruidos a largas distancias.
De manera similar, a diferencia de los miembros de nuestra especie, los gatos pueden escuchar los llamados ultrasonidos, producidos por frecuencias por encima de 20 mil heartz.
De hecho, la frecuencia auditiva de los gatos es realmente asombrosa: oscila entre los 70 Hz y los 70 000 Hz, superando nuestro límite tres veces y el de Fido casi el doble.
Para ello, podemos aprovechar la increíble capacidad auditiva de los felinos para enseñarles un llamado único, que ningún ser humano puede escuchar.
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Cómo funciona y por qué usarlo
El silbato ultrasónico, como se entiende fácilmente, es una herramienta que permite emitir sonidos a una frecuencia superior a los 20 mil Hz, audibles para los gatos y no para las personas.
Si nuestro amigo de cuatro patas vive a la intemperie y tiende a mudarse, esta herramienta puede resultar útil para generar una llamada que le inste a regresar.
En lugar de llamar al gato en voz alta, de hecho, podremos usar el silbato. ¿Cómo hacer que el gato asocie el silbido producido con el hecho de que lo estamos buscando?
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En primer lugar, tendremos que ir acostumbrando poco a poco al cuadrúpedo al sonido que emite el instrumento.
Después de eso, podemos empezar a llamar al felino por su nombre, siguiendo la llamada oral con el silbato ultrasónico.
Cada vez que el peludo se acerque, tendremos que premiarlo para que asocie el estímulo con la respuesta correcta, mediante refuerzo positivo.
Es un ejercicio que requiere constancia y paciencia, pero que puede resultar muy útil para establecer una comunicación secreta y segura con el animal.