Nutrición para gatos: aquí tienes todo lo que necesitas saber
Comida y gatos: ¿cómo hacer que crezcan mejor?
Las preguntas sobre nutrición son las que se plantea cualquier persona que tiene un gato.
La alimentación de tu gato debe estar bien equilibrada en cada etapa de su vida para asegurar un desarrollo armonioso y correcto. Los gatos son felinos por lo que por su naturaleza son carnívoros, por lo que es bueno elegir desde pequeños recetas a base de carne o pescado.
Para asegurar su bienestar también es importante calibrar la cantidad adecuada de carbohidratos (posiblemente muy bajos), fibras y vitaminas esenciales para el crecimiento. Por lo tanto, para elegir alimentos de buena calidad, es esencial saber leer la composición, presente en la etiqueta, y conocer las necesidades de su gato. Especialmente para los gatos que viven en el interior y corren el riesgo de ser demasiado perezosos, la nutrición es uno de los aspectos que más afecta a la salud.
También en cuanto a la variedad, es bueno alternar la comida seca y la húmeda para asegurar la máxima palatabilidad y conseguir que el gato tome líquidos en su alimentación.
¿Qué alimento elegir para el gato?
Cuando compras comida para gatos, la primera elección a la que te enfrentas es entre comida seca o húmeda. A muchos gatos les suele gustar más la comida húmeda, porque es más sabrosa o, a menudo, simplemente más fragante, pero es importante, si es posible, seguir una dieta variada que incluya ambos.
El pollo blanco o la carne de caza, pero también la carne de vacuno y el pescado, son ingredientes animales ideales para la alimentación de los gatos pequeños, y conviene asegurarse de que sean siempre el primer ingrediente de la lista y en general también el presente en mayor porcentaje, por lo tanto más alto de arroz o cereales. A la hora de comprar croquetas o alimentos húmedos, también hay que comprobar si se trata de “alimentos completos”, es decir, que incluyen todos los nutrientes, vitaminas y aminoácidos imprescindibles para la salud del gato, o “complementarios”. Cuando se elige una lata, por ejemplo de húmedo natural, muchas veces es complementaria y por eso es bueno que se integren, por ejemplo, con croquetas.
Por lo tanto, seguir una dieta de este tipo será perjudicial para proporcionar al gato un alimento extra tomado quizás de su plato, porque correrá el riesgo de desequilibrar su dieta con el riesgo de poder acumular un exceso de peso con el tiempo.
cocina para gatos
Hay quien prefiere la comida casera a la clásica comida seca y húmeda para gatos, que se acerca lo más posible a la alimentación que tendría el gato en la naturaleza. En estas circunstancias hay varias advertencias, en primer lugar la calidad indispensable que debe tener la comida para gatos.
Solo carne, pescado y vísceras de primera calidad: de hecho, a los gatos les gusta especialmente la parte muscular pero también cualquier órgano comestible, que contiene un alto porcentaje de agua y es una fuente de nutrientes esenciales. Se pueden incluir otros ingredientes de origen animal, como huevos y lácteos (si el gato no tiene sensibilidad a la lactosa). En la parte vegetal esto es ciertamente en menor cantidad y solo de algunos tipos como ensalada, zanahorias o calabacines.
Para seguir una dieta casera, equilibrada y que garantice el bienestar del gato, es fundamental contar con un veterinario nutricionista, que dé toda la información sobre los tipos de ingredientes, cantidades y formas de preparación, así como cualquier suplemento, para que a largo plazo el gato no tenga carencia de nutrientes.
croquetas para gatos
Otra consideración importante se refiere a la cantidad: para cada comida, tanto croquetas como húmedas, no hay que exagerar. Todos los alimentos informan en la etiqueta la dosis diaria recomendada en función del peso del gato y es bueno ceñirse a ella en la medida de lo posible para evitar el sobrepeso u otras patologías. También hay que tener en cuenta que el gato está acostumbrado a hacer muchas raciones pequeñas, incluso de noche (igual que haría con presas pequeñas cazadas en libertad) por lo que es normal que no coma todo enseguida sino que le queden algunas croquetas. disponible en el cuenco a lo largo del día.
Para los gatos más pequeños, las cosas cambian: los gatitos en la primera etapa de la vida, de hecho, se alimentan exclusivamente de leche materna.
Solo a partir de las seis semanas es posible enriquecer la dieta con alimentos húmedos o secos según las necesidades, recordando preferir alimentos para gatitos, es decir, específicos para gatitos en crecimiento.
Por último, una advertencia que no puede pasarse por alto es la de proporcionar siempre al gato abundante agua, para garantizarle la hidratación que necesita.