Pénfigo en perros: causas, síntomas y tratamiento
El pénfigo en perros es una patología además de dolorosa, lo que hace que el animal sea estéticamente desagradable. Veamos cuáles son las causas, síntomas y tratamiento.
El nombre «pénfigo» proviene del griego y significa vesícula, se utiliza para indicar un grupo de enfermedades vesiculares y ampollosas de la piel, caracterizado por acantólisis y formación de autoanticuerpos. Tanto en perros como en gatos, la forma más común de pénfigo es la del pénfigo foliáceo.
En los perros, existen factores predisponentes para el desarrollo del pénfigo foliáceo, que son: genética, luz ultravioleta, microorganismos (incluida la leishmaniasis) y fármacos. Además, elLa edad promedio de aparición de la enfermedad es de cuatro años pero hay algunas razas que están más predispuestas por ejemplo: Akita inu, Chow Chow, Dobermann, Newfoundland, Collie, Dachshund, Shar-pei y Australian Shepherd.
Lamentablemente no es una enfermedad de la que se cure el perro, como máximo es posible mantener los síntomas bajo control, mediante una terapia que también puede durar toda la vida.
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Causas del pénfigo en perros
El pénfigo en perros representa una colección de enfermedades autoinmunes raras, caracterizado por la producción de autoanticuerpos dirigidos contra las estructuras conectoras (desmosomas) que tienen la función de mantener las células (queratinocitos) juntas y juntas constituyen la epidermis (la capa más superficial de la piel del perro).
Si se dañan los sistemas de conexión, los queratinocitos se desprenden entre sí generando alteraciones de la epidermis. Las estructuras de conexión o desmosomas están formadas por diferentes moléculas, presentes en el interior de la epidermis.
Los autoanticuerpos que se producirán serán inherentes a la molécula desmosomal, generando el desprendimiento entre los queratinocitos, que puede ocurrir a diferentes niveles de la epidermis, caracterizando así los distintos tipos de pénfigo, así como las causas también tienen diferentes orígenes.
De hecho, algunos factores, como la dermatitis crónica, los fármacos, los tumores y la luz ultravioleta, podrían favorecer la aparición de pénfigo en sujetos genéticamente predispuestos.
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Tipos y síntomas
Dependiendo de las lesiones que cause, el pénfigo en perros se puede clasificar de diferente manera y desencadenan síntomas igualmente diferentes, la clasificación es la siguiente:
- Pemfigo foliaceo: es el tipo de pénfigo más común en los perros. En este tipo de pénfigo, los anticuerpos se depositan en las capas más externas de la piel, razón por la cual las lesiones serán en su mayoría superficiales. Los síntomas que se detectan principalmente son: escamas, úlceras superficiales, pústulas, enrojecimiento de la piel, crecimiento anormal de la almohadilla del pie, sacos llenos de líquido o quistes en la piel y fiebre canina.
- Pénfigo eritematosoO: en este caso, las lesiones suelen estar combinadas. Se notan lesiones superficiales como el pénfigo foliáceo, pero las úlceras son generalmente más profundas en algunas zonas, el síntoma que lo provoca es la pérdida de color en los labios.
- Pemphigus vulgaris: este tipo de pénfigo tiene úlceras más profundas y mucho más graves. Suele ser más doloroso y muy característico. De hecho, hay síntomas bastante graves como: fiebre, depresión, anorexia, falta de apetito (sobre todo si el animal tiene lesiones en la boca), infecciones bacterianas secundarias y picor excesivo.
- Pénfigo vegetal: esto es la forma más rara de pénfigo y que afecta solo al perro. Es bastante similar al pénfigo vulgar, pero las lesiones son menos graves, apenas afectan la boca y tienen pocos o ningún síntoma de enfermedad general.
Cabe destacar que el pénfigo en perros no es una enfermedad contagiosa, al ser desencadenado por anticuerpos dejan de realizar su función para atacar células y tejidos sanos.
Diagnóstico y tratamiento del pénfigo en perros.
Para poder diagnosticar el pénfigo en perros, es necesario realizar, además del examen clínico, análisis más específicos (inmunoistoquímica) y una biopsia de pielasí como el uso de la lámpara de Wood, un artefacto que se utiliza para descartar condiciones asociadas con hongos en perros.
En el diagnóstico de enfermedades de origen inmunológico, Hay dos pruebas muy útiles y son la inmunofluorescencia directa y la inmunohistoquímica. Estas pruebas nos permiten estar seguros de que existen depósitos de inmunoglobulinas afectando el tejido, de modo que podamos ayudar al veterinario a determinar un diagnóstico más preciso.
Después del diagnóstico, solo el veterinario podrá establecer el tipo de terapia con la que proceder según el estado del animal y el tipo de pénfigo. Además de proporcionar tratamiento para la enfermedad principal, se debe tener cuidado también de cualquier problema secundario, como infecciones.
El método actualmente más utilizado y considerado más seguro para tratar el pénfigo es la terapia inmunosupresora. a través de glucocorticoides. En las formas localizadas es posible utilizar terapias tópicas basadas en cortisona o tacrolimus.
El pronóstico depende de la gravedad de la condición del animal, la reacción del perro a los medicamentos y los efectos secundarios del tratamiento. Recordamos que el control periódico del animal es siempre la mejor prevención. Tomar medidas sobre las enfermedades de Fido a tiempo conduce a una mayor probabilidad de recuperación.
Raffaella Lauretta