Qué hermosa es la vida con un pequeño amigo de cuatro patas.
Él nunca te abandona, está feliz por el simple hecho de que están juntos, vive contigo y sobre todo por ti, solo espera que te vayas a la cama para poder acurrucarte a tu lado, te ama incondicionalmente ya cambio pide solo un poco de Afecto: Por supuesto que estamos hablando de tu verdadero mejor amigo de cuatro patas.
Nuestra vida con una mascota
El mundo, de hecho, se puede dividir en dos grandes categorías: los que tienen una mascota y los que no saben lo que se pierden. Tener un amiguito peludo en tu casa y en tu vida es una elección que cambia nuestra existencia, y la cambia a mejor desde muchos puntos de vista. Mejoran nuestros días, gracias a la capacidad de nuestros amiguitos de llenar de amor todos los momentos en los que podemos estar con ellos, mejoran nuestro estado de ánimo, porque cuando estamos tristes, enojados o incluso un poco cansados o deprimidos en el Vuelca esas expresiones con las que nos miran no tienen precio. ¿Sabes entonces cuando estás comiendo algo, cualquier cosa, y en un segundo ellos están ahí, a tu lado o debajo de tu mesa con esa mirada suplicante, incluso si los alimentaste hace no más de diez segundos? Y luego están los paseos, las carreras detrás de una pelota, los miles de juguetes que le compraste ¡solo para descubrir que su favorito es una cuerda que tenías en casa!
La relación entre niños y mascotas.
Incluso la vida de nuestros hijos mejora notablemente: crecer con un cachorro en casa ayuda a nuestros hijos a aprender primero y mejor qué es el juego, desarrolla una mejor capacidad de interacción e interpretación, gracias a la posibilidad de utilizar tanto el lenguaje verbal como el no verbal. lenguaje verbal. Aprenden a llamarlos, incluso a regañarlos, a escuchar y comprender sus peticiones, simplemente dándole sentido a una mirada, a sus ladridos oa esa cola que se mueve como loca.
Saluda a nuestros amiguitos de cuatro patas
Lamentablemente, nuestros fieles amigos de cuatro patas tienen una característica que nos obligará, tarde o temprano, a afrontar un momento sumamente doloroso y difícil de superar: su vida media es definitivamente más corta que la nuestra y, por ello, en algún momento. Nos veremos obligados a verlos desaparecer, dejando un enorme vacío en nuestra vida. Lo que sí puedes hacer es saludarlos como se merecen, quizás con una urna para tu mascota, agradecerles todo el cariño que pudieron brindarnos y traernos el recuerdo eterno de ese cariño sin límites. Porque el verdadero amor siempre merece ser vivido y recordado.