Primer baño para el gatito: cuándo hacerlo, qué necesita y todos los movimientos correctos por primera vez
Frágil que casi da miedo tocarlo, pero hay que lavarlo: todo lo que debes saber sobre el primer baño del gatito
Parece tan indefenso, siempre frío y sobre todo pequeño: sin embargo, antes o después habrá que lavarlo. ¿Si pero cuando? Todo lo que necesita saber y cómo prepararse primer baño para el gatito: las herramientas, los consejos y los movimientos adecuados para lo que debe ser un momento agradable y relajante. Obviamente, el riesgo de que se convierta en una pesadilla está a la vuelta de la esquina, ¡así que ten cuidado!
Gatito: ¿cuándo es ‘hora’ de lavarlo?
Mucha emoción y un poco de ansiedad suelen acompañar al primeros momentos ‘importantes’ en la vida de un gatito, y la bañera para bebés es definitivamente una de ellas.
Pero no todas las edades son las adecuadas, sobre todo si se trata de un gatito recién nacido. En realidad, el primer período de vida será fundamental en la vida de un gato porque es aquel en el que podrá familiarizarse con el agua y no le aterrorice como adulto.
Pero lavarlo nada más nacer es absolutamente desaconsejable: hay que esperar unos seis meses, el tiempo justo para ponerle todas las vacunas y asegurarse de que su cuerpecito desarrolle la cantidad adecuada de anticuerpos.
¿Cuáles son los riesgos de lavarlo demasiado pronto?
Si tuviéramos que bañar a un gatito antes de que cumpla los seis meses, las complicaciones podrían ser diferentes: en primer lugar podría enfriarse si no se seca bien o sufre cambios bruscos de temperatura.
En segundo lugar, un factor no menos importante, es posible que la madre gata ya no reconozca a su bebé porque el olor de su piel se vería comprometido por los productos que usamos para lavarlo y sus fragancias.
Primer baño para el gatito: que usar.
Por tanto, es mejor aclarar que el primer baño es el que se debe realizar después de los primeros 6 meses de vida; pero antes de eso los gatitos seguirán estando ‘sucios’? ¡En realidad no!
Pero no será necesario utilizar agua y champú, sino limpiar su pelaje con un paño húmedo, champú seco, un cepillo o productos para gatos con necesidades especiales.
En cambio, lo que necesitarás para lavar a un gatito un poco mayor será:
- dos toallas (una para mojar y otra, secar, para secarla),
- champú específico,
- cepillo o peine,
- una bandeja,
- agua corriendo.
Usted también podría estar interesado en: ¿Puedo lavar al gato si está enfermo? Averigüemos juntos
Primer baño para el gatito: los movimientos correctos
Lo primero que debe hacer es elegir un lugar tranquilo para colocar la bandeja; si por el contrario prefieres el lavabo en el baño, asegurémonos de que esté en la casa silencio y tranquilidad para no agitarlo y evitarle estrés al gato.
La temperatura del agua no debe ser ni demasiado fría ni demasiado caliente; con una mano sujetaremos al gatito pero creemos un tapete con la toalla colocado en el fondo del fregadero.
Con la otra mano o con la ayuda de una taza, comenzamos a mojar la espalda del bebé con pequeñas cantidades de agua. Luego espolvoréalo con 2-3 gotas de champú (no será necesario usar demasiado, ya que habrá ‘poco’ para lavar).
A medida que lo humedecemos, procedemos a enjuagar con las mismas herramientas (mano o taza). Asegúrate de que el agua también haya llegado a los bordes y a los espacios más ocultos y difíciles de lavar, como las orejas.
Para secarlo, le pasamos un paño seco por el pelo y nunca utilizamos el secador de pelo, porque fácilmente podría quemarse y asustarnos (puede pasar que el gato tenga miedo al secador de pelo).
Una vez seco, pasa el cepillo o el guante para cepillar al gato suavemente a lo largo de todo el pelo, para evitar la formación de nudos y favorecer el crecimiento.
Usted también podría estar interesado en: Higiene de perros y gatos: además del baño, hay mucho más que podemos hacer
Primer baño para el gatito: últimos consejos
El gatito puede (con razón) tener miedo del agua, incluso del ruido que hace cuando sale del grifo, y será completamente normal.
Lo que podemos hacer para ayudarlo es no perder la paciencia, sino tranquilizarlo con muchos mimos y con un tono de voz tranquilo y tranquilizador. Lavamos bien todas las partes del cuerpo y tratamos de entender si la temperatura del agua es la adecuada para él.
Podemos ‘recompensar’ su valentía después del baño con algunos bocadillos que tanto le gustan, para que tenga buena memoria para la próxima vez.
Para mantenerse al día sobre noticias, historias, consejos y mucho más sobre el mundo de los animales, síganos en nuestros perfiles de Facebook e Instagram. Si desea ver nuestros videos en su lugar, puede visitar nuestro canal de YouTube.
Antonio D’Agostino