¿Por qué mi perro ya no puede saltar? Cuando tenemos que preocuparnos
Podemos ver que algo ha cambiado en nuestro perro. ¿Por qué no puede saltar más y cuándo tenemos que preocuparnos?
De repente, es posible que ya no reconozcamos el nuestro caña: no da saltos cuando llegamos a casa, no compite con nosotros por quien conquista el sofá y ni siquiera viene a despertarnos saltando sobre nosotros en la cama. ¿Qué ocurre? No siempre pero puede que tengamos que preocuparnos.
¿Por qué el perro no puede saltar?
¿Es extraño encontrar a tu perro que se parece a otra persona, es para hacernos pagar por algo o tiene algún problema de salud?
Viviendo en la casa con Fido conocemos bien sus hábitos y sus estados de ánimo, incluso conocemos el color favorito de su perrera.
Sin embargo, puede resultar asombrado al verlo diferente. Si cuando volvamos del trabajo ya no viene a nuestro encuentro saltando sobre nosotros, ¿no se enfadará por haberlo dejado solo en casa?
Bueno, tan inteligente como puede ser, un perro no es capaz de razonar retorcidos: asocia nuestros comportamientos con sus necesidades.
Sin embargo, si sabe que después de estar en casa durante horas, regresamos y le preparamos la comida y lo llevamos a caminar, no tiene por qué asociar un evento negativo con nuestra ausencia.
Por supuesto, un perro también puede ser muy inteligente cuando quiere, pero siempre en virtud de un beneficio durante un juego o por comida.
Cuando, por otro lado, el caña tiene dificultades físicas para realizar los movimientos que siempre ha hecho, entonces deberíamos evaluar mejor la situación.
Puede haber varias razones por las que Fido ya no puede saltar.:
- Trauma psicólogico: tal vez en el pasado mientras saltaba sufrió lesiones en las articulaciones y asocia el dolor con el salto.
- Obesidad: se produce cuando el perro es muy sedentario, sobre todo si es anciano, o si se alimenta mediante una dieta inadecuada.
- Problemas de oído: la endolinfa en el oído interno, en movimiento, es responsable del equilibrio del cuerpo; si sus funciones estuvieran comprometidas incluso el perro no podría realizar determinadas acciones porque no encuentra estabilidad en el espacio que lo rodea.
- Degeneración cerebelosa: el cerebelo es otro órgano de equilibrio y el perro también tendría en este caso falta de puntos de referencia en el espacio.
- Displasia de cadera: el fémur, dependiendo de la gravedad de la enfermedad, no estaría bien anclado a la cadera. El perro sentiría debilidad en las patas traseras y, por lo tanto, no podría tener el impulso correcto para saltar.
- Osteoartrosi: se dan principalmente en animales de mayor edad, pero también en perros de trabajo o en aquellos que practican deporte a nivel competitivo. Es una enfermedad degenerativa que conduce al deterioro progresivo de los tejidos articulares.
- Problemas de ligamentos de las extremidades, como la tenosinovitis del bíceps braquial.
- Problemas de columna como hernia de disco o espondilitis.
- Trauma, como lesiones, contusiones o fracturas.
- Tumores.
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Consejos y cuando preocuparse
Bien puede ser que el perro se cayera mientras jugaba o golpear la parte posterior de su cuerpo: no sería una situación tan preocupante porque volvería a saltar después de un tiempo.
La condición en la que el animal se sentía tanto sería muy diferente. dolor parecer desconcertado e irreconocible.
Observándolo de cerca, podemos notar que, al intentar saltar en el sofá, el perro tiembla y se pone tan nervioso que se vuelve agresivo.
No es normal si, mientras hace su trabajo, no puede quedarse quieto ni siquiera por unos segundos: es como si el cuerpo no lo acompañara en sus movimientos.
Acciones simples como darse la vuelta tratando de morderle la cola o acercarse al cuenco para sentarse a comer ya no pueden hacerlas.
A veces, el temblor de las patas traseras puede estar asociado a otra cosa: como si tuviera miedo de hacer cualquier cosa y el perro también empieza a cojear.
Seguro que lo primero que hay que hacer es llevarlo al veterinario: sabrá cómo mostrarnos mejor cómo ayudarlo.
Por nuestra parte, sabemos que ante cualquier problema articular siempre es recomendable evitar las condiciones de obesidad en el perro: si aumenta de peso empeoraría la situación.
Ciertamente no debemos forzarlo en sus acciones: si no pudo subirse al auto para ir al veterinario, es bueno que lo recoja y lo ayude a subir al asiento.
El dolor causa fuerte estrés en nuestro perro: Debemos asegurarnos de que se mantenga tranquilo y calmado y que sigamos al pie de la letra los consejos del veterinario.
Algunas razas de perros están más predispuestas que otras a las infecciones de oído que podrían degenerar en un tímpano perforado en el perro y por lo tanto en la pérdida del equilibrio: es bueno revisar las orejas de Fido con frecuencia para evitar que un cuerpo extraño les cause daño.
Muchas enfermedades son hereditarias, pueden surgir repentinamente durante la vida del perro: algunas son de naturaleza autoinmune, como la discoespondilitis en los perros.
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Sin embargo, la ciencia nos sigue sorprendiendo incluso en el ámbito veterinario: lo importante es siempre garantizar a nuestro perro la mejor calidad de vida posible y sin dolor.
Si, momentáneamente o no, nuestro perro no pudiera saltar sobre nosotros y festejar bien, podríamos hacerlo: corresponderíamos su amor incondicional que siempre había tenido hacia nosotros, sin esfuerzo.
SA