El caballo nos lame: las razones por las que el equino se comporta de esta manera
El caballo nos lame y este comportamiento a menudo es mal entendido por su dueño. Este es un gesto bastante común en el caballo, pero puede resultar confuso. Veamos todo lo que hay que saber sobre esta curiosa actitud equina.
El caballo es uno de los animales más queridos e importantes para el ser humano. Tener este noble animal al que dedicarse es verdaderamente un privilegio y pocos tienen la suerte de tener tiempo para pasar con esta hermosa criatura. A lo largo de los años, se han realizado varios estudios sobre la psique y el comportamiento del animal, para comprender si el equino realmente podría apegarse a su amo humano. En cualquier caso, la relación con él puede ser maravillosa y, en ocasiones, curiosa. Veamos, por ejemplo, por qué el caballo nos lame, lo que intenta comunicarnos a través de este gesto.
El equino y su lengua: comportamientos típicos
El caballo está dotado de una extraordinaria elegancia e inteligencia. Su lenguaje con lo humano se traduce en un enfoque muy psicológico, fundamental en la relación con su maestro. Leamos más sobre este asombroso animal.
El equino es un animal muy atento a su entorno, observa el entorno en el que vive y responde por asociación. El caballo tiene una gran memoria, aprende mucho y está muy influenciado por las señales que recibe. Es un animal que es capaz de comunicarse, incluso con otros animales, permaneciendo en silencio y utilizando las posiciones de su cuerpo para enviar mensajes. junto con los movimientos de la cabeza y las orejas, más su mirada irresistible. Hay algunos comportamientos equinos que son importantes para comprenderlo en profundidad. Esto es lo que son.
Ante todo, el primer canal de comunicación para el caballo es el visual. La comunicación visual en el caballo es fundamental. Entre las diversas posiciones que puede tomar, la cabeza, las orejas, las fosas nasales y los labios son las primeras cosas que se notan en él. Cuando el caballo tiene a alguien delante, tiende a bajar la cabeza para comprobar la distancia; si el animal tiene hambre y quiere comida, tenderá a mover continuamente el labio superior. Una actitud muy importante que utiliza para comunicar sus intenciones y emociones es el movimiento de 180 ° de sus oídos.
Los ojos y los oídos son las principales herramientas con las que el caballo expresa su estado de ánimo, sentimientos de alegría y serenidad pero también de miedo e ira. Cuando el equino mantiene las orejas hacia abajo, significa que está enfocado en la actividad que lo ve involucrado. Ciertamente podemos ver un caballo tranquilo con las orejas abiertas, con la cabeza y la cola en una posición normal. también el oído del caballo es importante en la comunicación equina. Gracias a sus orejas grandes y móviles, puede percibir cualquier sonido o ruido y reconocerlo. Puede comprender el tono de su voz, interpretando las acciones humanas.
Esta increíble habilidad es útil para el entrenamiento de caballos y es necesario para sus enseñanzas pero también para su defensa personal. El temperamento del caballo se puede aprender a comprender a través de los sonidos y relinchos característicos del equino, que pueden expresar: un saludo, si hay un bufido; una defensa; una amenaza; un recordatorio para la madre o similar, si el caballo tiene una postura rígida y una cabeza alta. Hablando de defensa, el olfato es un sentido igualmente importante para él. El caballo reconoce el olor de los animales cercanos y también es fundamental en la relación con los humanos.
El equino, de hecho, puede conocer en profundidad a la persona que se le acerca a través del olfato. El simple gesto de acercarse a la persona y olerla, permite que el caballo comprenda su estado de ánimo, si siente miedo o si está tranquilo en ese momento. Un buen conocimiento del ser humano también puede suceder a través del tacto.. El caballo sabe observarnos bien. Si, por ejemplo, el animal pone su hocico en nuestro brazo, significa que confía en nosotros y que nos acepta como amigos. En cualquier caso, reconocer esos movimientos por la paz que intercambia con sus semejantes puede ayudarnos a traducir sus gestos, sin demasiados riesgos.
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El caballo nos lame: el motivo de esta actitud
Entre los gestos más curiosos y poco habituales del caballo, está el de lamer a su amo. El gusto también es un sentido utilizado por los equinos. Veamos para qué sirve y por qué también lo usa con humanos.
El caballo exhibe comportamientos que reflejan su condición en una situación dada que pueden revelar la transición de una fase de estrés a una de tranquilidad. Esto sucede porque, para el animal, la acción de lamer significa volver a la relajación después de una situación de preocupación o malestar. Los equinos también suelen utilizar el gusto como forma de comunicación. Es un sentido esencial, por ejemplo, en la fase de cortejo o en la relación con la madre, cuando se trata de un potro. Pero, ¿por qué nos lame el caballo? ¿Por qué hace este gesto también con nosotros?
El sistema nervioso del animal está continuamente sujeto a señales externas. Se siente confundido por un momento, luego emocionado, luego alarmado de nuevo por algo y, poco después, se relaja de nuevo. En este sentido, incluso el ser humano frente a él puede ser tomado en consideración y puede ser lamido por el equino. Cuanto más nervioso se pone el animal, más lamido aumenta. Lamer caballos es en realidad una simple reacción refleja a la salivación, que se recupera después de un momento de sequedad en la boca. Por tanto, este gesto suyo puede tener lugar en el momento de su relajación.
A menudo, el caballo nos lame para comunicarnos su estado de malestar o dolor profundo. Puede suceder que el caballo mastica y lame con frecuencia y su actitud es la señal importante de un dolor oculto que está sufriendo. Cuando estás en compañía de un caballo, también es importante prestar atención a aquellos comportamientos que nos parecen normales, aunque solo sea para comprobar la duración de ese comportamiento, asegurándote de que no haya alteraciones psíquicas o físicas en el animal. Conocer su lenguaje y sus posturas le ayuda a vivir bien, dejándole liberar la empatía del caballo con nosotros.
Ilaria G