Jubilado no tiene dinero para comida para gatos: la sorpresa de la policía
Un jubilado se da cuenta de que no tiene dinero para comprar comida para gatos: el gesto maravilloso viene de los carabineros.
Necesitamos cada vez más un mundo que apunte a coexistencia, más que competencia. De hecho, un camino que apunta únicamente a la competencia es un mundo que debe ser «demolido» lo antes posible. No necesitamos vivir una vida apresurada y siempre compitiendo con alguien. También porque las cosas se pueden complicar en un momento, sin siquiera darnos cuenta.
La competencia conduce al dinero. Cada vez más dinero. Cada vez son más los lugares que ocupar en una larga carrera dirigida al «dios del dinero» y no a la cohesión social, hacia los que nos rodean. Luego, cuando no hay dinero, fruto de la competencia, todo se complica y todo se oscurece. Por esta razón necesitamos curso inverso.
De lo contrario, nos encontraremos, dentro de unos años, en un mundo codicioso, que solo piensa en sobrevivir, en lugar de vivir. ¿Cómo le estaba pasando a un señor de Lecce, 85 años. Entra en un supermercado a comprar comida ai Gatos callejeros. Pero cuando llega a la casa, el dinero no le alcanza. Un jubilado que no puede permitirse la comida de sus amigos de cuatro patas. Entonces el punto de inflexión: yo carabinieri.
El pensionista no puede comprar comida para gatos: el gesto de los carabinieri está lleno de solidaridad
Cuando vives una vida de competencia, te olvidas de los seres humanos. Pero, afortunadamente, no todo es mezquino y perdido lo que ocupa esta Tierra. Especialmente cuando conoces a personas que todavía hablan con sentimientos en sus manos, cabeza y corazón. Personas dispuestas a ayudar incluso cuando la situación no parece requerir tal ayuda, sino un juicio severo.
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El mismo juicio al que se enfrentaba un jubilado de 85 años, con domicilio en Lecce. Un caballero que comparte su día a día con los dioses. amigos de cuatro patas, incluso extraviados. Una pensión demasiado corta, un problema económico, un mundo que gira solo en torno al dinero. Y aquí, cuando el hombre entra al supermercado y compra algo de comida para los animales, no tiene el dinero necesario para satisfacer a los animales. necesidades.
Al llegar a la casa, intenta pagar solo el caja de 2,50 euros. Luego pasa al cajero sin pagar el resto, por valor de 5,00 euros. En ese momento intervienen los carabineros que están en el lugar. El pensionista les explica la situación, lleno de vergüenza y miedo. Pero los dos agentes uniformados comprenden el inconveniente e intervienen de inmediato.
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El señor no quería robar, solo quería alimentar a los gatos también falta de dinero. En ese momento, el dinero no se convierte en un fin, sino en un símbolo de la situación en sí. LA dos agentes Sacan el resto de la suma de sus propios bolsillos y ayudan al caballero a pagar la cantidad total. Más que nada, lo ayudan a alimentar al felinos. Una historia que nos muestra el dinero no como un final, sino, repetimos una vez más, ¡como un símbolo!
Davide Garritano