¿Por qué al gato le encanta cazar ratones? Las razones de este comportamiento
Al gato le encanta cazar ratones, una especie de ritual para buscar y atrapar a las pequeñas víctimas desafortunadas. Pero, ¿cuáles son las razones por las que al felino le encanta tanto esta práctica? ¿Qué es lo que lo impulsa a hacerlo? Descubrámoslo juntos en el artículo.
No es ningún secreto que a nuestro gato le encanta cazar. Las siestas, los juegos y la ociosidad no son las únicas pasiones de este fascinante animal. En realidad, la caza es una práctica propia del felino, un instinto natural que está acostumbrado a controlar una vez domesticado. A veces, el gato simplemente no puede resistir y aquí sale en una búsqueda lenta y estratégica de su presa. Pero por qué al gato le encanta cazar ratones? ¿Por qué está obsesionado con estas pequeñas criaturas? Leamos lo que hay que saber.
Al gato le encanta cazar al ratón: las razones de esta elección
El instinto depredador nunca desaparece por completo de nuestro gato mascota. A veces, se despierta imparable y el primer pensamiento es su presa: el ratón. Tratemos de entender por qué el gato caza y por qué elige al ratón como su víctima favorita.
El gato es el símbolo del animal salvaje y depredador, yendo más allá de esas imágenes modernas que lo pintan como un perezoso peludo acostumbrado, a estas alturas, a vivir todas las comodidades de la casa que lo acoge. Podemos decir que el felino es un cazador y, como tal, siente la necesidad de satisfacer su instinto depredador lo que lo lleva a aventurarse afuera durante horas, buscando un ratoncito agradable para hacer el suyo. Veamos por qué el ratón es su presa perfecta.
Podemos descartar que el gato caza de hambre. Algunos estudios revelan, de hecho, que el gato caza por impulso, solo por instinto. No debemos, por tanto, temer que la persona peluda padezca hambre y que esté desnutrida por nosotros. Estos son simplemente estímulos naturales que recibe el animal: estamos hablando de olores, dimensiones y movimientos particulares de esa presa en particular. La caza es, por tanto, un comportamiento absolutamente natural para el felino. El hambre como objetivo de la caza concierne a los gatos callejeros, también impulsado por el instinto de supervivencia y la necesidad de comerse a sus presas.
¿Cómo caza el gato? Al gato le encanta cazar a cualquier hora del día, también depende del clima. Un rasgo felino es esperar horas antes de atacar a su presa. Micio sabe cómo implementar su plan de caza: observe la distancia entre él y la presa, la larga espera antes del ataque, la velocidad del ataque. Todos estos pasos son parte de una estrategia perfecta. Una peculiaridad de su método de caza consiste precisamente en la búsqueda de presas muy pequeñas, como pelota, cucarachas, lagartos; el gato también caza pájaros y conejos.
Experimentar ayuda al gato a perfeccionar cada vez más su estrategia de caza. Pero la obsesión del gato con el ratón está motivado precisamente por su predilección por las presas pequeñas, con las que le encanta jugar, tanto antes como después de matarlas. El gato juega con los ratones porque así fue educado para ser un cachorro, con sus víctimas, para aprender. El gato juega con la presa antes de matarla. A un felino le encanta perseguir y cansar al ratón, escondiéndose y luego despegando de repente, hasta que se reduce al límite y poder agarrarlo.
Al peludo le encanta cazar ratones, especialmente cerca de su casa, al frente, en el patio o en el jardín, con la intención común de llevar a su presa a la casa. No es raro, de hecho, que nuestro gato regrese a casa arrastrando a su víctima, la mayoría de las veces un ratoncito. Esta actitud revela que el gato puede pensar que su dueño también puede querer jugar o quedarse con el botín de caza. ¿Cómo debería comportarse, en este caso, con el gato?
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El felino y su presa: que hacer si los trae a casa
Si su gato tiene la costumbre de traer ratones como «regalos» no deseados a la casa, hay formas de evitarlo. Así es como debemos reaccionar ante estos regalos de presa, sin arruinar nuestra relación con el peludo.
Parte del placer de cazar un gato es en la preservación de la presa conquistada, llevándolo con él a la casa. El instinto del gato lo impulsa a llevar el ratón a la morada, como agradecimiento del animal a su amo humano. Si nos encontramos ante un regalo de este tipo, lo primero que debemos recordar es el de no regañes al gato. Se tomó tiempo y energía para atrapar a su presa, espera que, incluso después de su muerte, sea custodiada por el maestro. Frente a su voluntad, solo agradecerle. Es importante que su gato sepa que su presa permanece segura.
Podemos intentar prevenir estos inconvenientes de la caza felina. La verdad es que la mejor manera de evitar que un gato deje de cazar es evitar que salga de la casa. Pensar si el gato debe salir de casa o no es una duda justificada en este caso. Mantenerlo encerrado en la casa, por supuesto, es casi imposible e injusto. Por lo tanto, podemos intentar involucrarlo en más actividades, estimula al gato con juegos de casa siempre nuevos, con nosotros.
Distraerlo puede ayudarlo a reprimir su instinto natural de cazar. Vivir involucrado en diferentes actividades seguramente le será útil para controlar el deseo de salir y cazar presas. Un consejo importante sobre los regalos que trae a casa: es importante eliminar inmediatamente la presa que nos entrega, de esta forma el gato entenderá que está mal y dejará de hacerlo.
Ilaria G