Falta de consentimiento informado en la cirugía del animal: responsabilidad del veterinario
La falta de firma del consentimiento informado por parte del dueño del animal puede ser una fuente de responsabilidad para el veterinario que lo está tratando: cómo se configura la disciplina.
Desafortunadamente, incluso nuestros amigos de cuatro patas, a lo largo de los años, pueden verse afectados por patologías que requieren tratamientos terapéuticos específicos, y en ocasiones terminan bajo el cuchillo. En cualquier caso, el titular delanimales Debe ser adecuadamente informado de las posibles consecuencias negativas que puedan derivarse de la cirugía o terapia, firmando el correspondiente formulario consentimiento informado.
Responsabilidad del veterinario
La actividad del veterinario, sin embargo cualquier otra profesión, puede estar sujeta a error. La doctrina no tiene dudas en enmarcar el responsabilidad del profesional dentro de ese contractual.
Por otro lado, cuando contactamos con un veterinario para obtener un determinado servicio (ya sea una intervención quirúrgica, una visita destinada a administrar una terapia para el tratamiento de una enfermedad, o una mera visita de rutina), no hacemos más que entrar en una relación obligatoria con el profesional.
Este último está obligado a realizar el servicio solicitado en virtud de una contraprestación en efectivo. Si el profesional no realiza el servicio correctamente (piense en el error del veterinario en la cirugía al perro) por inexperiencia, imprudencia o negligencia, deberá responder por los daños relativos.
Esta es una responsabilidad contractual, independientemente de que la fianza se establezca por escrito o no; por otro lado, las partes también pueden llegar a un acuerdo verbalmente.
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Falta de consentimiento informado
Sin embargo, la responsabilidad contractual no termina únicamente en la incorrecta ejecución del servicio solicitado al profesional.
En este último, de hecho, elobligación de informar al cliente, de forma clara y comprensible (incluso para quienes no tienen competencias particulares en el tema) sobre los posibles riesgos asociados a la actividad que se realizará.
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Por tanto, por ejemplo, el propietario del animal debe ser informado previamente de las posibles consecuencias negativas de una cirugía a la que deba someterse el animal. En caso contrario, y con independencia del éxito o fracaso de la intervención (que también puede ser rutinaria, como la esterilización del perro), el veterinario podría ser llamado a responder mediante responsabilidad contractual.
Al mismo tiempo, cuál está configurado responsabilidad disciplinaria, ya que es lo mismo Arte. 29 del código deontológico de médicos veterinarios para prever la obligación de informar al cliente. Por tanto, el veterinario está obligado a informar al propietario de los animales de todos los riesgos asociados a la práctica médica veterinaria, haciéndole firmar una determinada formulario de consentimiento informado.
En la práctica, muy a menudo, el procedimiento no se implementa; A menudo los riesgos asociados a la cirugía se exponen al cliente en forma oral, sin que la práctica se realice en papel, que tiene la función de protección (desde el punto de vista probatorio) también frente al mismo profesional.
Antonio Scaramozza