El gato pide comida pero no la come: las causas y cómo ayudarlo a comer
Es una actitud felina extraña pero frecuente. Si el gato pide comida pero no la come, puede que tenga un problema de salud o sea impulsado por otros motivos: aquí tienes lo que son.
Se acerca, pregunta insistentemente y una vez que nos ha convencido de que le demos un poco no se lo come: es solo un despecho o hay algún problema de salud por el cual un gato pide comida pero no la come? He aquí cómo entender si esta extraña pero frecuente actitud felina esconde una patología o quizás es solo una forma de ‘bullying’ hacia nosotros: todo lo que hay que saber.
El gato y la comida: una relación que no siempre es sencilla
Si el perro es omnívoro y (básicamente) come y saborea todo lo que ocurre debajo del hocico, no se puede decir lo mismo del gato: de hecho, este último también puede ser bastante ‘quisquilloso’ en términos de nutrición.
No es casualidad que se convierta en uno de los problemas más frecuentes que aquejan a todo dueño: cómo y qué alimentar al gato, que sea nutritivo, adecuado a sus necesidades y sobre todo a su gusto.
Y no es seguro que de vez en cuando le guste algo, se apegue a ello: fácilmente podría cambiar de opinión y no quererlo más. No es seguro que sea siempre comida húmeda o croquetas: la elección es indiferente.
El gato pide comida pero no la come: posibles causas
Entre las actitudes más ‘rencorosas’ del gato con la comida, también está esta: el gato nos pregunta algo con insistencia, en fin, quiere que entendamos que tiene apetito y, una vez obtenido, nos da la espalda y se va lejos. Veamos cuáles son las posibles causas de esta actitud.
Problemas de boca
Entre las patologías más frecuentes que afectan a la boca de nuestro querido felino, se encuentran las ‘dentales’, como el sarro, la gingivitis felina y la periodontitis, pero también las fracturas e infecciones en la boca o lengua, así como una absorción nociva del esmalte y dentina. Finalmente, en los peores casos también puede ser carcinoma. Si tu gato ha estado involucrado en una pelea o ha sufrido un golpe en la cara, también puede estar sintiendo molestias por el trauma.
Una cuestión de gusto’
Afortunadamente, a menudo no se trata de una enfermedad, sino de la comida en sí que no le gusta o que no se ‘presenta’ de forma adecuada (según él). Nunca pensamos en alimentar a nuestro felino mimado con la comida un cuenco sucio, u ofrecérselo junto a la caja de arena: ¡no podría aceptar semejante ‘afrenta’ aunque fuera la comida más sabrosa del mundo!
¿Cambios repentinos?
Tener que lidiar con un animal tan exigente y habitual también significa no poder hacer cambios repentinosNo importa si es su casa o la marca o el tipo de comida que suele comer. El gato no acepta fácilmente los cambios y puede molestarse hasta el punto de no querer comer.
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El gato pide comida pero no la come: cuando preocuparse
Si vemos que el gato tiene hambre, también porque es hora de comer o estamos notando un cierto deterioro en él, es recomendable ir al fondo: someterlo a una visita podría ayudarnos a entender si hay problemas de salud muy graves, que también tienen algunos de los problemas bucales mencionados anteriormente. Las úlceras en la boca de los gatos y la estomatitis pueden ser signos de enfermedades muy graves como Fiv, Felv o insuficiencia renal.
Así que si vemos que el gato nos pide comida pero no la come, no pensamos que lo esté haciendo adrede: en realidad no es culpa suya y no necesariamente está estropeado. Podría sentirse mal y, como ocurre con todas las señales que nos envía su cuerpo, conviene no subestimarlas e ir al fondo.
Francesca Ciardiello