¿Pueden los pollos vivir con otras mascotas? Opinión experta
¿Pueden los pollos vivir con otras mascotas? Y si es así, ¿cuáles? Perro, gato, conejo, otras aves: esto es lo que necesita saber.
La convivencia entre animales de diferentes especies puede ser un problema, sobre todo si estamos a punto de introducir un animal en un entorno donde ya hay otros presentes. ¿Pueden los pollos vivir con otras mascotas? Y si es así, ¿con qué especie? Averigüemos juntos la opinión de los expertos.
La convivencia de diferentes mascotas
Es bueno partir de un supuesto: no existen certezas particulares en lo que respecta a la convivencia entre diferentes animales, pertenezcan o no a la misma especie.
Cada individuo tiene un carácter y una personalidad bien determinados, una educación diferente y no siempre es posible cambiar sus hábitos; incluyendo actitudes hacia animales de diferentes especies.
Sin duda la literatura sobre el tema puede darnos indicaciones fiables en principio, en cuanto a la compatibilidad entre una especie y otra: pero entonces el resultado siempre debe ser verificado en campo, para entender si existen márgenes de intervención.
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Gallinas y otros animales: ¿se puede hacer?
En principio, podemos decir que las gallinas pueden convivir, con las debidas precauciones, con todas las especies animales que se tengan como mascotas.
Sin embargo, como se mencionó, el resultado no es obvio y depende de numerosos factores.
Veamos juntos la relación de las gallinas con las especies más comunes:
- Gato y gallina: la relación entre felinos y aves tiende a ser buena, como para permitir el establecimiento de una convivencia pacífica. Si está intrigado, especialmente al principio, el gato tenderá a acercarse; pero acostumbrado a su presencia, tenderá a ignorarlos o, como mucho, a ahuyentarlos en la hipótesis del incumplimiento de… distancias. Sin embargo, no olvidemos que el felino tiene una naturaleza depredadora. Aunque no suelen ser las gallinas las que desencadenan este instinto, siempre es bueno, sobre todo al principio, vigilar en el campo;
- Perro y gallinas: es sin duda la tarea más difícil de realizar en materia de convivencia. Aunque solo sea porque cuando surgen problemas, los pollos podrían ser atacados e incluso asesinados por el perro. A menudo tendemos a olvidarlo, pero Fido también tiene un instinto depredador y la vista de los pájaros podría excitarlo. La convivencia entre perros y gallinas es posible con las debidas precauciones, pero es la menos obvia;
- Conejo y gallinas: Otro surtido clásico en el patio es el que se encuentra entre conejo y gallinas. Incluso esta convivencia no se da por sentada. Y en este caso la parte débil de la relación es el conejo. Las gallinas podían picotear (más por curiosidad que por cualquier otra cosa) a los demás animales del patio. Pero a diferencia de un gato, el conejo no tiene armas particulares de persuasión para atraer a los voladores a detenerse, si no escapar;
- Otros volantes y gallinas: la categoría de moscas de patio, que también incluye gallinas, es bastante amplia. Pavos, gansos, faisanes, patos, pichones; en resumen, la lista es larga. No existen incompatibilidades particulares entre gallinas y otras especies; siempre que cada uno tenga sus propios espacios.
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Algunos consejos útiles
Evidentemente, dado que las especies con las que las gallinas pueden llegar a relacionarse son diferentes, los consejos a poner en práctica siempre cuentan como pautas a seguir, pero cuyos resultados deben verificarse en campo.
A continuación, presentamos algunos:
- Crecer juntos: esta es la mejor arma disponible para establecer la mejor convivencia posible entre gallinas y otros animales de diferentes especies. De esta forma se acostumbrarán a la presencia del otro, percibiéndola como natural. Por ejemplo, es muy diferente insertar gallinas en el entorno de un perro ya adulto, que nunca ha visto ninguna;
- Gradualidad: si has decidido colocar a las gallinas en un entorno que ya está habitado por otros animales (o viceversa), haz que se vayan conociendo poco a poco. Disponer, al menos inicialmente, habitaciones separadas, de tal forma que permitan que unos y otros se vean y (sobre todo) se huelan. Sólo donde sus respectivas actitudes te hagan suponer que pueden vivir libremente en el mismo espacio, intentarás dejarlos libres en la promiscuidad. Siempre bajo tu supervisión, al menos al principio;
- Paciencia: La convivencia entre gallinas y otros animales no se da por sentada. Solo con trabajo y paciencia se pueden obtener resultados;
- Respeta la naturaleza de los animales.: Si a pesar de tus mejores esfuerzos no es posible establecer una convivencia pacífica, toma nota. En este caso, lo mejor es disponer espacios separados para que no entren en contacto.
Antonio Scaramozza