¿Puede el perro comer hígado? Beneficios y riesgos al respecto
El hígado es un alimento común en nuestra dieta. Pero, ¿pueden los perros comer hígado? Averigüemos los beneficios y riesgos al respecto.
Desde el punto de vista nutricional, el hígado es uno de los alimentos fundamentales de nuestro organismo.
Rico en proteínas, rico en vitaminas y minerales, el hígado es muy recomendable para nuestros buenos y saludables hábitos alimenticios.
Y precisamente por los numerosos beneficios que aporta a nuestro organismo, ¿cuántas veces nos hemos preguntado si también podemos hacer que nuestro perro se coma el hígado? Averigüemos juntos beneficios y daños de esta comida para Fido.
¿Pueden los perros comer hígado? Beneficios
El perro por naturaleza es un gran glotón y goloso y si le ponemos una buena porción de hígado por delante, puedes estar seguro de que lo devorará. ¿Pero puede comerlo de forma segura?
La respuesta es una y es sí. Podemos servir con seguridad el hígado como comida a nuestro perro. Pero para algunos condiciones: preferiblemente cocido, en pequeñas porciones y como máximo dos veces por semana (volveremos a estas condiciones más adelante).
Conseguir que nuestro perro se coma el hígado es lo que positiva. De hecho, aporta a tu cuerpo los mismos efectos beneficiosos que aporta al nuestro.
Como se mencionó anteriormente, este alimento rico en proteínas es rico en Vitaminas A y B, hierro, zinc, fósforo y cobre. También aporta al organismo grasas y ácidos grasos omega-3 y omega-6 imprescindibles para cubrir las necesidades diarias de nuestro perro.
Tomemos algunos ejemplos:
- el hígado es un ‘excelente fuente de hierropor tanto, es el alimento ideal para ayudar a un perro anémico o enfermo;
- por el mismo motivo, se recomienda cuando nuestra perra está preñada o amamantando cachorros;
- gracias a su capacidad de regenerar tejido muscular, es ideal en la nutrición de perros deportivos, por ejemplo.
Por tanto, para el organismo del perro el hígado es uno de los alimentos más beneficiosos y nutritivos. Y alimentar a Fido, en las condiciones mencionadas anteriormente, solo puede hacerle bien.
Posibles riesgos para el perro
Como todos los alimentos, también para el hígado «moderación» es el principio básico para su consumo.
Debemos tener en cuenta que en la dieta de Fido el hígado no es un componente principal, sino una pequeña y esporádica adición a su dieta.
Una cantidad excesiva de hígado, administrada varias veces en unos pocos días, puede convertirse en tóxico para nuestro querido perro. ¿Te preguntas por qué? La respuesta ve solo un protagonista: el Vitamina A.
Si bien esta vitamina, como bien sabemos, es fundamental para el organismo (recordemos que favorece el desarrollo y la diferenciación celular, fundamental para su correcto funcionamiento), igualmente es cierto que un exceso de esta «molécula» dentro del cuerpo causaría una serie de problemas para Fido, tales como:
Esta última patología es quizás la más grave para Fido. El exceso extremo de vitamina A estimula un mayor crecimiento óseo en el cuerpo del animal, por ejemplo en las patas. No solo le causa dolor, sino también problemas para moverse. Esta patología se llama comúnmente «Perro de madera».
No hace falta decir que llegamos a esta situación si solemos hacer que nuestro perro se coma el hígado a menudo, entonces limitar es importante, recordemos siempre.
Pero, ¿qué pasa si lamentablemente nos damos cuenta de que nuestro perro tiene todos estos «Síntomas» es bueno consultar al veterinario inmediatamente. Lo cual con una dieta específica ayudará a nuestro perro a deshacerse del exceso de vitamina A.
Eso sí, la recuperación física de nuestro querido Fido no será inmediata, llevará tiempo. Pero afortunadamente esta condición se cura.
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Como y cuando darle hígado al perro.
Habiendo establecido que el perro puede comer hígado con moderación, veamos cómo y cuándo podemos dárselo.
Inicialmente especificamos, de hecho, que hay condiciones importantes vinculado a la «administración» de este alimento para Fido, veamos cuáles.
- Para evitar que el hígado dañe a nuestro querido perro, es necesario ante todo preferir el hígado cocido, quizás al vapor, y acompañada de arroz ¿Por qué esta condición? Porque la carne cruda, y por tanto también el hígado crudo, podría contener una gran cantidad de parásitos que, de ingerirse, enfermarían inevitablemente a nuestro perro. Un ejemplo de parásito puede ser Trichinella. Por eso siempre es bueno cocinarlo aunque sea un poco.
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- Podemos integrarlo en la dieta diaria de Fido en pequeñas cantidades, en función del tamaño de nuestro perro y como máximo dos veces por semana, solo para evitar los riesgos que mencionamos anteriormente (exceso de vitamina A).
Además, también es posible alimentar con pequeñas cantidades de hígado a nuestro amigo de cuatro patas en forma de snack. De hecho, es posible comprar el hígado deshidratado, un excelente sustituto de la clásica galleta, por ejemplo.
Pero también en forma de tabletas para agregar a la comida de Fido, y estos también son fáciles de encontrar en cualquier tienda de mascotas.
Rossana Buccella