Embarazo no deseado en perros: que podemos hacer antes y después
¿Está tu perra embarazada pero no se planeó tener cachorros? Cómo proceder y qué saber en caso de embarazo no deseado en perros.
La dejamos sola en el jardín o la dimos un largo paseo sin nuestra compañía, y después de unos días empezó a comportarse de forma extraña. Si su perra ha quedado embarazada pero, ya sea por motivos de salud o porque no estaba pensando en tener cachorros, es un embarazo no deseado para el perro (y para el maestro) así es como podemos proceder. También es importante saber cómo evitar eventos como estos antes de que sucedan: veamos cómo.
Sospechas de embarazo: los signos a detectar
No estábamos presentes en el momento del supuesto apareamiento, por lo que no podemos estar seguros, al menos al principio. Sin embargo, nuestra perra ‘no lo cuenta bien’: las señales que nos envía su cuerpo nos hacen sospechar y no poco.
Solo una visita al veterinario puede despejar cualquier duda, pero mientras tanto, ¿qué nos hace pensar que nuestro pequeño peludo en casa ha tenido una relación ocasional? En primer lugar, no es tan raro que un animal como el perro tenga un ciclo de celo dos veces al año y que ‘atraiga’ fácilmente a los machos de la especie, deseosos de aparearse. Pero, ¿cuáles son los síntomas a tener en cuenta?
- Falta de apetito,
- aumento del tamaño de los senos,
- flujo vaginal,
- incontinencia leve,
- estado general de «cansancio».
La certeza de un embarazo en curso se puede obtener realizando una prueba que detecte la presencia de espermatozoides y luego una ecografía: pero será necesario esperar al menos el Día 22 desde el supuesto apareamiento para obtener algunas respuestas seguras.
Embarazo no deseado en perros: ¿que haces?
El veterinario nos dio la certeza: nuestra perra está embarazada. ¿Pero no planeábamos cuidar a sus cachorros, o el animal en sí no está en condiciones físicas para llevar a cabo un embarazo y podría ser un riesgo para su salud? Muchos y cuestionables podrían ser las razones para interrumpir un embarazo no deseado en el perro, pero esto no es de lo que se habla.
Entonces, ¿cómo proceder si quiere poner fin al embarazo de la perra? El médico podría revelar dos formas de proceder, si obviamente excluimos la opción de que ella dé a luz normalmente: terapia de aborto o cirugía (aborto terapéutico).
Terapia abortigena
Estos son medicamentos que deben administrarse durante dos días consecutivos poco después del apareamiento. No debería tener efectos secundarios, aunque es posible que la terapia no pueda interrumpir por completo el embarazo.
Dos inyecciones de aglepristrone, Con 24 horas de diferencia, actúan sobre la progesterona y provocan la muerte del embrión. Puede continuar con este tratamiento farmacológico desde la cuarta semana en adelante hasta el día 45 de gestación (a menos que no se justifique la sospecha de que la perra está embarazada).
Otra opción es la administración, nuevamente a través de inyecciones, de prostaglandinas: tres jeringas cada 48 horas. Esta terapia tiene efectos secundarios importantes comparado con el primero: episodios de náuseas y vómitos o hipersalivación en el perro. En la tercera inyección, el feto debe «nacer» y ser expulsado espontáneamente.
Aborto quirúrgico
Si el apareamiento ha tenido lugar recientemente y el ciclo estral de la perra ha finalizado durante un máximo de 5 días, es posible proceder (obviamente siempre bajo consejo médico) con una operación de ovariectomía o ovario-histerectomía, que además de extirpar el ovario también quita el útero.
Si los efectos secundarios son casi nulos, todavía es una cuestión de operaciones muy caras, aunque a veces son necesarios para la prevención de algunos cánceres e infecciones del útero. Es obvio que si queremos que nuestra perra tenga cachorros en el futuro, es oportuno recurrir a la farmacoterapia: pero será el propio veterinario quien nos lo diga.
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Embarazo no deseado en perros: esterilización y prevención
Si nunca deseamos que nuestra perra tuviera cachorros, ¿por qué no actuar antes? Por esta razón, muchos propietarios optan por esterilizar a la perra, solo para evitar que sucedan eventos no deseados similares.
Se puede realizar quirúrgicamente o médicamente, pero el efecto es siempre el mismo: la perra ya no entrará en celo y por tanto no tendrá huevos que el macho pueda fecundar. La esterilización es a menudo la ‘mejor’ forma de frenar el fenómeno de los vagabundos: matar cachorros recién nacidos es un acto absolutamente monstruoso e ilegal.
En casos raros, el veterinario puede recomendar, como opción alternativa a la castración, un tratamiento con hormonas que evite el celo de la perra: pero este es un procedimiento riesgoso que puede provocar tumores y problemas de salud igualmente graves.
La tercera solución, aunque difícil de implementar, es mantener al perro encerrado en la casa e Evitar que tenga contacto con especímenes masculinos durante el período más fértil.. Por lo tanto, durante su celo, debemos encerrarla en casa u organizar encuentros seguros con otros perros y ¡nunca perderla de vista!
Francesca Ciardiello