El gato lima sus uñas en los muebles: por qué lo hace y cómo hacer que se detenga
Ruidos molestos y daños en todos los muebles: qué hacer si el gato se lima las uñas en los muebles y cómo frenar este comportamiento nocivo.
Pueden rayar todo, desde los dueños hasta otras mascotas… hasta muebles. Pues sí, incluso nuestros muebles no pueden escapar de las uñas de nuestro querido felino doméstico. Pero es solo un despecho hacia nosotros por la elección de los muebles o hay algo más que entender si el gato se lima las uñas en los muebles? Veamos cuáles son las causas pero sobre todo los remedios a este molesto (para nosotros) comportamiento felino.
Uñas de gato: no solo ‘armas’
En realidad, no está bien hacer solo un discurso estético: las uñas del gato no deben cortarse y tratarse solo porque no sean bonitas a la vista sino porque, demasiado largas, corren el riesgo de crear problemas para la motilidad y el equilibrio del animal.
Es parte de su instinto el hecho de afilarlos siempre y sobre cualquier superficie (incluidos los muebles, de hecho) pero no solo utilizándolos como ‘armas’ de ataque o defensa. De hecho, estas duras garras también le permiten trepar y alcanzar alturas de otra manera inalcanzables.
Por tanto, sirven para que se mueva mejor y también para mantener su equilibrio, para marcar el territorio en los primeros meses de vida del gatito pero también como salida al estrés acumulado. De hecho, la controvertida práctica de la extirpación de uñas felinas provoca no solo dolor, sino también problemas motores, atrofia muscular y depresión.
El gato se lima las uñas en los muebles: todas las posibles causas
¿Crees que quiere fastidiarnos o mostrar así su decepción por la elección de los muebles que compramos para nuestro hogar? No, la intención del gato no es criticar nuestro sentido estético, sino que responde a necesidades muy distintas del felino.
En primer lugar, no solo se satisface con superficies rugosas y duras como la madera de los muebles, sino también con tejidos para cortinas, sofás y más. Antes de enojarse innecesariamente es mejor comprender cuáles son las causas de este comportamiento e intentar buscar alternativas válidas (antes de cambiar por completo el mobiliario).
- Para regenerarlos: al consumir la capa frontal, sale la capa más dura y afilada;
- para marcar el territorio: deja su olor a través de las glándulas de las almohadillas debajo de las uñas;
- es un hábito precioso al que no quiere renunciar;
- entrena los músculos que necesita para escalar.
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Porque enfadarse es inútil
¿Hemos intentado alguna vez rogarle a nuestro gato que cambie de actitud? ¿Qué hemos logrado? La mayoría de los dueños responderían que la mayor parte del tiempo el gato giraba sobre sus patas y mostraba su espalda, dejándonos solos en nuestra desesperación.
Es difícil cambiar los hábitos del gato, pero es tan inútil (como dañino) enojarse, o peor aún, tratar de resolver el problema con violencia. Es casi seguro que existe el riesgo no solo de obtener nada, sino incluso de socavar la relación entre humanos y gatos.
Al ser un animal terco y orgulloso, la decisión de cambiar de comportamiento siempre debe parecer una elección del gato y no una orden impuesta por su humano. Por eso debemos intentar encontrarle una alternativa válida a las conductas dañinas (para nosotros) y hacerlas mucho más estimulantes para él.
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El gato limarse las uñas en los muebles: los remedios más inteligentes y eficaces
Si convencerlo con palabras es inútil, ni siquiera el gato puede evitar que lleve a cabo un comportamiento fundamental para su salud, como mantener el orden y cortarle las uñas. Por lo que será necesario adoptar herramientas que realicen la misma ‘función’ que nuestro pobre mueble.
Estamos hablando de rascadores de bricolaje para gatos o que se pueden comprar en cualquier tienda de mascotas y más; Sería útil tener siempre uno a mano, quizás junto al mueble para ofrecerlo como una ‘alternativa’ válida al primero.
Si el poste rascador no funciona, debemos intentar estimularlo con algún otro objeto que estimule su atención y le haga arañar las uñas, como una canasta de mimbre.
Otro remedio podría ser utilizar un spray a base de hierba gatera para rociar sobre el rascador, sobre la cesta o sobre cualquier otro objeto que hayamos elegido para hacerle limarse las uñas: de esta forma el gato se sentirá atraído por el olor y se estimulará a tocarlo.
Mientras esperamos que nuestro felino doméstico elija la superficie para su manicura, podemos intentar ‘guardar’ lo que queda de nuestro mobiliario cubriéndolo con film o telas resistentes. Y como utilizamos un spray que atrae al gato hacia el rascador, podemos pulverizar uno que desprenda mal olor para el gato en las superficies a preservar.
Francesca Ciardiello