¿Los caballos se apegan a las personas? Averigüemos juntos
Los caballos son animales muy diferentes a los perros y gatos, pero ¿se apegan a las personas? Averigüemos si los caballos pueden sentir emociones por sus dueños.
El hombre tiene una larga historia con el caballo, un animal de trabajo y, a menudo, un compañero. Muy a menudo esta relación es una relación de afecto y amor.
Sin embargo, aunque los amantes de los equinos creen que los caballos les muestran afecto, un estudio cree que eso no es del todo cierto. Veamos juntos si los caballos sienten cariño por sus dueños.
¿Los caballos sienten cariño por las personas?
Cualquiera que ame a los equinos dice que un caballo espera ansiosamente a su humano cuando se va y que a su regreso lo reconoce y siente afecto por él.
Investigadores suecos han llevado a cabo un estudio para ver si realmente los equinos pudieron formar vínculos con sus humanos.
La investigación consistió en monitorear 26 cavalli en una serie de interacciones con sus amos y extraños. Se descubrió que los caballos tenían una frecuencia cardíaca elevada cuando se les rechazaba.
Sin embargo para el cavalli no importaba si estaban separados de extraños o de sus humanos.
En este punto, los investigadores pensaron que quizás el refuerzo positivo utilizado en los caballos por su humano podría haber servido para crear un vínculo entre el equino y su humano.
Para averiguarlo, los académicos monitorearon cavalli en diversas situaciones, cuando pasaban tiempo con extraños, cuando pasaban tiempo con sus dueños y cuando estaban solos.
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Esta investigación mostró que el los equinos estaban más relajados cuando estaban con personas, sin importar si eran desconocidos o conocidos, que solos.
En este punto, los estudiosos se preguntaron si existía, por parte del caballo, un vínculo entre este último y el ser humano, en particular su humano.
Para averiguarlo, observaron el comportamiento de los caballos y su frecuencia cardíaca, cuando un extraño, su humano, los rechazaba y cuando no había nadie cerca.
Los investigadores encontraron que los caballos no caminaban cuando estaban separados y buscaron la proximidad del hombre en el momento del reencuentro, sin distinguir sin embargo del extraño y el dueño.
Además, su frecuencia cardíaca aumentó cuando se separaron de los humanos.
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A partir de esto, los investigadores afirmaron que los caballos se sienten más tranquilos cuando hay hombres sin importar si son sus amos o extraños.
En conclusión, el estudio «del apego del caballo a su propio ser humano» ha demostrado que los equinos consideran a los humanos como «abrigo”, Independientemente de si son los propietarios o completos desconocidos.
Marianna Durante