15 actitudes humanas que los perros no pueden soportar
Los perros son amigos verdaderamente pacientes, pero ¿te has preguntado si hay algo en ti que simplemente no pueden soportar? Estas son las actitudes que los perros odian
Quizás nunca lo hemos pensado, pero hay algunas cosas que hacemos inconscientemente y que incomodan a nuestro Fido. Por supuesto, no puede explicar su malestar con palabras, pero si conocemos bien a nuestro amigo de cuatro patas seremos capaces de interpretar sus necesidades. Según etólogos y veterinarios, su malestar podría manifestarse de diversas formas: apatía, agresividad, hiperactividad, disnea y salivación excesiva. Todos los síntomas de estrés emocional que resultan en malestar físico.
15 cosas que molestan a los perros
- Mirada: A los perros no les gusta que los miren a los ojos por mucho tiempo. Es una actitud que puede hacerlos sentir incómodos o peor aún, hacerlos enojar. Una mirada constante podría hacer que se sientan amenazados: es mejor acercarse a nosotros en diagonal y no de frente.
- Abrazos ‘demasiado cariñosos’: El perro puede interpretar el apretón afectuoso como un tornillo de banco y sentirse atrapado. Si notamos que aguza las orejas, se pone rígido y se escapa de nuestra mirada, vayamos: probablemente no le guste que lo toquen así.
- Interactuando con aquellos que no soportan: ya sea con humanos o con otros perros, nuestro Fido no siempre está dispuesto a conocer y jugar con nadie. Puede que a algunas personas no les guste, así que ¿por qué obligarlo a entablar una amistad forzada? Después de todo, nosotros también queremos ser libres para pasar el rato con quien queramos.
- Ríos de palabras: evitamos los discursos largos y tratamos de descubrir cómo regañar a nuestro perro cuando hace un lío. Prefieren los gestos a las palabras: breves, claras e incisivas. Depende de nosotros coordinar gesto y palabra: deben expresar un mismo concepto, de lo contrario nuestro perro podría confundirse.
- Bañarse con demasiada frecuencia: Un perro no necesita que lo bañen todos los días y mucho menos le gusta someterse a largas duchas. Además, un lavado demasiado frecuente tiende a arruinar la epidermis e inhibe la producción del aceite que protege su cabello.
- Paseos apresurados: Salir para el perro significa explorar con tranquilidad, observar la naturaleza y lo que la rodea, oler los olores y olores de sus semejantes. El momento de la caminata no debe limitarse a ‘hacerle pipí’: es su momento de ocio y tiene todo el derecho a vivirlo con tranquilidad.
- Accesorios ‘humanos’: forma parte de la actitud de humanización cada vez más generalizada del perro. ¿Nos hemos preguntado alguna vez si ese sombrero que le compramos es realmente cómodo para él? A esto se suman vestidos y abrigos que, más que protegerlo del frío, solo logran obstaculizar su movimiento y entorpecer sus pasos.
- Correa: los perros odian que los «fuercen» con una correa que no les deja espacio para sus movimientos, y mucho menos pueden soportar estar atados durante demasiado tiempo. Igual de molesto puede ser tirar de ellos y acercarse continuamente: los hace sentir tensos. ¡Tenga cuidado de entender cómo usar la correa para no limitar su libertad de movimiento!
- chica: los perros necesitan jugar y debemos darles el momento adecuado para que se diviertan. Aunque estemos cansados después de un duro día de trabajo, recordemos lo importante que es pasar tiempo con los perros: estar solos en casa y no hacer nada es muy estresante para ellos.
- Toca su cabeza: aunque sea con pequeños y cariñosos toques, tocar su cabeza siempre es un fastidio para nuestro Fido. Podrían interpretar este gesto como nuestra voluntad de someterlos y no pueden soportar ser dominados. Es preferible una caricia en la espalda o el pecho.
- Aromas fuertes: ya sea nuestra nueva fragancia o el esmalte de uñas, hay algunos olores que nuestro Fido no soporta. Productos de limpieza, vinagre, cítricos, guindillas, alcohol y amoniaco se encuentran entre los aromas más insoportables para el sensible olfato canino.
- Demasiado deporte o muy poco: necesitas conocer bien a tu perro para saber cuánto tiempo libre necesita. La actividad física excesiva también puede ser estresante: los perros entrenados a menudo pueden poner nervioso a un perro que también necesita caminar en paz.
- Cambios: ya sea una mudanza, una muerte súbita o la llegada de un nuevo miembro de la familia, ya sea animal o humano, siempre es un estrés para nuestro perro. Tienen sus propios hábitos y basan su equilibrio físico y emocional en una rutina específica.
- Nuestro nerviosismo: nuestro perro nos conoce perfectamente y es capaz de interpretar nuestras expresiones y nuestras actitudes. Si estamos nerviosos transmitiremos nuestro estrés a nuestro Fido, quien lo asimilará y lo sufrirá exactamente como nosotros.
- Escupirle: tirarles de la cola, ponerlos nerviosos con expresiones amenazadoras, o provocar deliberadamente ruidos molestos que los asusten es obviamente perjudicial para su salud. Es nuestro sentido común evitar estresarlos innecesariamente solo por el loco sabor de ‘burlarse de ellos’.
FC
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