¿Qué hacer si una víbora nos muerde? Te contamos

En las últimas semanas se han multiplicado los casos de avistamientos de distintas especies de serpientes: se trataba en su mayoría de serpientes y látigos inofensivos, aunque no faltó el caso en el que una pitón acabó en estrecho contacto con el hombre. de enorme tamaño. En Italia también son muy comunes las víboras, que ‘salen a la luz’ precisamente en este período, con la llegada del verano, gracias al aumento de las horas solares y a una mayor posibilidad de que estos reptiles permanezcan expuestos a Dom. Para ello puede resultar útil un breve resumen de cómo comportarse en caso de avistamiento con una víbora. ¿Qué hacer? ¿Como comportarse? Te lo contamos. En primer lugar, se puede distinguir a las víboras de cualquier otra serpiente observando la forma de la cabeza, que tiene una característica forma triangular con pupilas estrechas y verticales, prácticamente cortadas.

Son muy similares a los de los gatos, mientras que la longitud del cuerpo casi nunca es larga y los ejemplares más grandes jamás registrados alcanzan un máximo de 80 cm. Finalmente, la cola se caracteriza por diferenciarse del cuerpo por el hecho de que termina con una especie de estrechamiento brusco. Las víboras son una especie venenosa que suele preferir las zonas planas, sobre todo aquellas donde hay arbustos, rocas y matorrales. No pocas veces es posible detectarlos cerca de cuerpos de agua o arroyos, ya que también necesitan beber. Estas serpientes son de sangre fría por lo que su día comenzará y continuará en gran parte con una exposición prolongada al sol, durante la cual sus movimientos serán lentos. Pero esto no quiere decir que serán menos peligrosas, de hecho las víboras en este rango diario, al no poder contar con sus reflejos para escapar, se defenderán con su propio mordisco en caso de amenaza.

Es aconsejable adoptar ropa capaz de brindar la mínima protección a las extremidades inferiores, si somos conscientes de tener que ir a una zona donde es posible encontrar víboras: por lo tanto, no pantalones cortos y no entremos en matorrales y hierba alta. Del mismo modo, no metemos las manos en cavidades o similares sin antes haberlas probado, moviéndolas con piedras o palos. Si realmente se produce un encuentro, debemos hacer todo lo posible para no poner más nerviosas a las víboras, y esto también se aplica a otras especies de animales salvajes. Salgamos con la debida tranquilidad, quizás advirtiendo a quienes desconocen la presencia de esos reptiles en las zonas.

Y si tenemos la mala suerte de ser mordidos, tratamos de mantener la calma y recordarnos que, aunque sea venenosa, la picadura de las víboras no es letal. Solo puede resultar en casos raros y limitados, con niños en mayor riesgo en este caso. Debemos evitar mover la parte del cuerpo mordida por las espirales de la serpiente e inmediatamente llamar al 118 que nos brindará información indispensable. Lavamos y desinfectamos la zona monitorizando los latidos del corazón, además de tener que reducir la pérdida de calor corporal. Finalmente, están totalmente prohibidos los torniquetes, sueros o hielo para aplicar sobre la herida inducida por la picadura.