¿Por qué el perro se inclina al mirarnos? La explicación de esta posición
Cuando el perro hace una reverencia, mirándonos con las patas delante del hocico y los cuartos traseros en el aire, ¿qué quiere comunicarnos? Descubrámoslo juntos.
El perro tiene una serie de métodos de comunicación no verbal que ya conocemos bien: con los ojos, la cola, las patas, el movimiento es casi como si nos estuviera hablando. En la práctica, cada uno de sus comportamientos tiene un significado muy específico. Pero no todos están claros. Por ejemplo, a veces el perro se inclina con el hocico apoyado entre las patas en el suelo, con el trasero en alto, y nos observa. A veces lo hace con nosotros los humanos, otras veces con otros perros. ¿Qué significa este gesto y cómo debemos actuar en consecuencia?
El significado del movimiento
Este movimiento hacia los humanos y otros perros generalmente significa solo una cosa: «¡Quiero jugar!». Lo hace en un momento en el que quiere nuestra atención, tal vez quiera un juguete, pero sobre todo quiere jugar de inmediato. Este tipo de movimiento suele estar dirigido a los dueños o al menos a los humanos en los que confía, o a otros perros hacia los que no tiene miedo.
Este tipo de movimientos se denominan metacomunicación, es decir comunicación en la comunicación, porque el perro quiere comunicar su intención de jugar. En la práctica, a partir de ese momento -dice- todo lo que haga será parte de su juego, incluidas las peleas con otros juegos o con juguetes.. Básicamente nos advierte que no temamos, que todo lo que sucederá pronto será solo una broma divertida.
Otra razón de este comportamiento es que físicamente es genial para ponerse en posición de juego. Según los expertos, de hecho, el perro se inclina para jugar porque está en una posición desde la que puede realizar cualquier tipo de movimiento, en todas direcciones, corriendo a toda velocidad. De hecho, puede estirar las piernas fácilmente, deslizarse para escapar y ser perseguido, por ejemplo.
Los problemas que pueden pasar
Si el perro está bien socializado, no hay necesidad de preocuparse incluso cuando suceda con otros perros. Nuestros amigos de cuatro patas, de hecho, saben muy bien cómo relacionarse entre sí. También puede ocurrir un comportamiento similar al bajar la cabeza: esto significa someterse a quien se para frente a él, es decir, el perro advierte que no quiere tener actitudes agresivas.
Un problema con esta metacomunicación ocurre cuando el mensaje no se interpreta correctamente. Esto sucede, por ejemplo, si un perro se inclina hacia otro similar para jugar, pero el otro cachorro puede haber sufrido un trauma, o en cualquier caso no está bien socializado. Evidentemente esto puede dar lugar a una reacción muy negativa, que podría desencadenar una serie de actitudes agresivas o incluso violentas entre los perros.
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Fabrizio Burriello