Las razones que llevan al gato a ser agresivo
yo felinos domésticos suelen ser criaturas pequeñas dócil solamente eso raramente ellos sacan el suyo agresión completo con morsi mi arañazos Dirigido indiscriminadamente a maestros o similares.
Entre las diversas razones por las que un gato puede ser agresivo se encuentran juego, pero también el sentimiento de temor, la defensa del territorio es un contacto físico demasiado prolongado eso le molesta. De todos modos, este comportamiento no debe ser descuidado como puede revelarse peligroso.
Para aprender a entender cómo reacciona el gato, también es importante conocer su lenguaje corporal como los movimientos de la cola (haga clic aquí) o interpretar su mirada (haga clic aquí)
JUEGO- Es bastante fácil notar que el gato está a punto de volverse agresivo en el juego, por ejemplo, cuando asume el posición del depredador, en cuclillas, bajando las orejas moviéndose hacia atrás, mientras la cola comenzaba a moverse de una parte del cuerpo a la otra. Además, el gato apunta a la “presa! y se adhiere a las extremidades del dueño con las patas delanteras, rascando con las traseras. Normalmente, en este caso, las mordeduras de gato y los arañazos no causan lesiones. Para calmar este comportamiento en el juego, basta con dotar al felino doméstico de elementos con los que desahogarse como juguetes o para calmarlo se le puede rociar con agua.
DEFENSA DEL TERRITORIO– En cuanto a la defensa del territorio en caso de intrusos, el gato puede distraerse con buena comida y dejarlo jugar en presencia de extraños. Si este comportamiento agresivo persiste, se sugiere en algunos casos contactar al veterinario que podrá verificar si la agresión no es causada por una enfermedad o por el uso de ciertos medicamentos.
CONTACTO FÍSICO PROLONGADO– Finalmente, desde el punto de vista de la agresión desencadenada por el contacto físico prolongado, podría ser una forma de estrés o dominación. Es común que los gatos muerdan y rasquen después de haber sido acariciados durante mucho tiempo. Reaccionará porque ya no tolerará las caricias, pero primero dará señales explícitas, como que la cola comience a moverse frenéticamente.
Obviamente, los castigos físicos no funcionan para los gatos, que en realidad pueden ser contraproducentes y pueden asociar los abrazos con el castigo. Lo único que se puede hacer en casos de intolerancia a las caricias es detenerse antes de que el gato se vuelva agresivo o acostumbrar al felino a las recompensas a la hora de abrazar.