El persa blanco: un felino noble
ORIGEN: Según sus admiradores, el persa blanco resume todas las cualidades de la raza: encanto, una expresión noble, un pelaje sedoso al tacto y un temperamento dulce y tranquilo. Además, más allá del cepillado diario, no requiere cuidados especiales. Aunque los gatos angora blancos puros fueron los primeros gatos de pelo largo que se importaron a Europa, ya en el siglo XVI, el persa blanco actual desciende de especímenes de la época victoriana. Se obtuvo cruzando gatos de Angora con persas e hizo su primera aparición oficial en exposiciones en 1903, en Londres. Desde entonces, ha ganado un consenso cada vez mayor en todo el mundo.
TEMPERAMENTO: Son tranquilos y cariñosos por naturaleza y son excelentes mascotas, que deben vivir constantemente en el interior (son ejemplares perfectos de salón) para preservar la blancura de su pelaje.
VARIEDAD‘: Las variedades están determinadas por el color de los ojos, que puede ser azul, naranja o desigual, uno azul y el otro naranja. La variedad de ojos azules tiene una predisposición congénita a la sordera. En muestras de ojos desiguales, la sordera puede ocurrir solo en el lado del ojo azul.
CARACTERISTICAS MORFOLOGICAS: Cabeza: Redondo y ancho, con nariz corta, stop bien marcado y piel rosada. Ojos: Anchos, redondos y redondeados. El color puede ser azul brillante, naranja o cobre, pero ambos ojos deben tener el mismo tono de color. Orejas: Deben ser pequeños y bien confeccionados, con punta redondeada, bien separados. Cuerpo: Tiene la típica estructura robusta y robusta. Capa: Grueso y sedoso, con cuello de pelo muy esponjoso. El color debe ser blanco puro y brillante. Coda: Corto y grueso, se lleva recto un poco más abajo que la línea de la espalda. Pies: Deben ser grandes y redondos, con almohadillas rosas. Piernas: Robusto, corto y grueso.