Cambiar la dieta de tu perro: como, cuando y por que hacerlo
A veces es realmente necesario, otras veces podríamos evitarlo: cuándo y cómo cambiar la dieta del perro sin poner en riesgo la salud de Fido.
Los cambios en la dieta de Fido siempre pueden generar dudas en los propietarios conscientes. Pero eso no cambia el hecho de que a veces es necesario cambiar la dieta del perro: basta con conocer los momentos y las formas adecuadas para evitar cometer errores graves para tu salud. Veamos cuáles son los casos en los que es necesario y cómo hacerlo sin que Fido sufra demasiado. Sin embargo, lo importante es elegir siempre productos de calidad y desconfiar de los de bajo costo, que a menudo pueden reflejar una mala calidad.
Cambiar la dieta de tu perro: cuando hacerlo
Independientemente de quienes quieran ‘imponer’ una determinada dieta a su mascota, sin considerar que tiene diferentes necesidades y requerimientos nutricionales, hay algunos casos en los que es oportuno, si no necesario, realizar cambios (incluso sustanciales) en la dieta por Fido.
- Cuando la comida es barata: si el alimento o producto en cuestión no es bueno para el perro y no le aporta ningún beneficio, deberá ser sustituido. Siempre es mejor desconfiar de los productos de bajo costo, ya que a menudo la conveniencia económica no coincide con una gran calidad.
- Cuando la comida es cara pero no buena para Fido: A veces también se trata de cambiar productos que cuestan mucho pero no son igualmente buenos para nuestro Fido. O, en algunos casos, ciertos alimentos son buenos para otro perro pero no para el tuyo. Debemos desprendernos de la idea de que ‘lo que es bueno es bueno para todos’.
- Cuando la comida le duele: aquí la condición parece casi obvia. Si algo le duele, absolutamente debe evitar comerlo. Si tienes síntomas de alergia alimentaria o intolerancia a algunos elementos, comprobamos que la composición del producto ‘habitual’ es siempre la misma.
- Cuando cambian las necesidades del perro: si la comida no es el problema, pero el propio Fido está cambiando sus necesidades, entonces todavía es necesario cambiar su dieta. En particular, las etapas de transición de cachorro a adulto y de adulto a anciano, necesitan cambios en su dieta.
Cómo entender que el perro está enfermo por la comida: los signos
Es obvio que si el problema comienza con la fuente de alimentación, ahí es donde se debe activar el cambio. Un perro que está enfermo por problemas relacionados con la dieta suele presentar estos síntomas:
- se niega a comer,
- sufre de picazón,
- sufre alopecia o caída del cabello,
- el cabello no se cae pero pierde su brillo,
- está agotado,
- tiene picos de alta energía,
- tiene problemas para digerir y defecar.
Cambiar la dieta del perro: de seca a húmeda
Aunque los gatos tienen la reputación de ser exigentes con la comida, los perros tampoco son una broma cuando se trata de «adaptarse» a las nuevas dietas. Aunque existen algunas como la dieta vegana para perros que presentan no pocos problemas de adaptabilidad, lo mismo puede ocurrir también en la transición de comida seca a húmeda.
Si ya hemos evaluado las propiedades de la comida húmeda y la comida seca para perros, solo queda entender cómo poner en práctica este paso. Normalmente se intenta cambiar la comida pero siempre de la misma consistencia, mientras que cambiar de seco a húmedo y viceversa puede resultar más complicado.
No se apresure y dé tiempo a su perro para que se acostumbre a esta nueva dieta. Son alimentos que ‘obligan’ al organismo del perro a reaccionar de manera diferente: con el seco es el cuerpo de Fido el que debe suministrar líquidos al intestino y el propio sistema intestinal absorbe la humedad de la comida húmeda.
El tiempo mínimo requerido para este paso no puede ser inferior a un mes, además porque debe realizarse de forma lenta y controlada. Puede haber problemas de salud como: flatulencia en el perro u otros problemas digestivos, pero también diarrea o por el contrario dificultad para defecar.
Cambiar la dieta del perro: algunos consejos útiles
Como en cualquier caso, hay excepciones: si bien la mayoría de los perros necesitan tiempo para adaptarse a los cambios en su dieta, hay algunos que no tendrían problemas para cambiar de comida húmeda a seca y viceversa.
Ciertamente se trata de ejemplares que tienen un excelente sistema digestivo, pero en cualquier caso, hacer las cosas de forma paulatina tampoco debería resultarles complicado. A continuación se ofrecen algunos consejos útiles sobre las proporciones de los alimentos y cómo cambiar gradualmente la dieta del perro:
75% de la comida vieja y 25% de la nueva,
50% de lo viejo y 50% de lo nuevo,
25% de los viejos y 75% de los nuevos.
Cada «fase» debe durar unos 4 días y luego, después de la tercera, cambiar completamente al nuevo alimento. Sin embargo, antes de tomar decisiones y seguir consejos, siempre es recomendable consultar a nuestro veterinario de confianza y pedir su opinión. A veces, estos cambios o métodos pueden no funcionar para el caso específico de Fido.
Francesca Ciardiello