El gato anciano pierde peso pero come: todas las razones de salud y otras
¿Tu gato mayor está perdiendo peso pero comiendo? No parece esconder nada bueno para su salud: estas son las causas.
¿El viejo felino doméstico empieza a adelgazar y sin embargo nunca ha dejado de comer? Así que este no es un problema relacionado con la falta de apetito, sino algo que le impide absorber los nutrientes que deberían provenir de los alimentos. Esto fácilmente podría ser un problema de salud, pero no necesariamente grave o difícil de tratar. Veamos por qué un gato viejo pierde peso pero come y cómo proceder en este caso.
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El ‘viejo’ de la casa no come: ¿esto es normal?
¿Cómo reconoces a un gato anciano? Aparte del paso de los años, también se pueden notar algunos factores como: fatiga física, cabello menos brillante y erizado al tacto, ojos más cerrados, problemas respiratorios y tendencia a adelgazar: si pasamos nuestra mano por su cuerpo y notamos que sí ‘ sus huesos y costillas se sienten demasiado (lea aquí: Engordar al gato flaco: los trucos para incitarlo a comer).
Lamentablemente, sabemos que con la edad aumentan los problemas físicos y muchas veces entre los efectos de algunas patologías también se encuentra la falta de apetito (leer aquí: Falta de apetito en gatos: cuando el gato no tiene hambre y no come lo suficiente). Por tanto, en su extrañeza, la falta de ganas de comer puede ser ‘normal’ en el gato anciano pero casi con certeza ligada a alguna patología. Por supuesto, es necesario evaluar el estado físico del gato en su conjunto y observar algunos signos, como: fiebre, episodios de vómitos y diarreas o sensación general de agotamiento.
Por ejemplo, si el gato anciano comienza a comer poco pero bebe mucho, puede ocultar un problema de pancreatitis en el gato. Otros motivos, no relacionados con patologías físicas, pueden estar relacionados con problemas relacionados con alimentos que pueden no ser de su agrado, o con condiciones relacionadas con el momento de comer.
El gato anciano come pero pierde peso: posibles causas
No es fácil dar una explicación y tampoco es tan sencillo no pensar en algún problema de salud en curso. Es obvio que la certeza solo puede provenir del veterinario de confianza, a quien debemos enumerar cualquier signo ‘inusual’ que notamos en nuestro gato. En primer lugar, no debe faltarle el hambre, por supuesto, ni debemos haber elegido el ayuno para él (Lea aquí: Gato en ayunas: cuánto tiempo puede durar un gato sin comer, consecuencias y remedios) de lo contrario no se puede tomar en consideración el siguiente discurso.
- Estrés: el gato es un animal extremadamente habitual, y no le gusta que sus hábitos se alteren. Un viaje, una mudanza, una visita inesperada pueden desestabilizar al gato y ser una fuente de estrés para él (Leer aquí: Factores de estrés en los gatos: 8 cosas que no esperas).
- Alergia a la comida: cuando el problema está relacionado con un alimento específico, es el cuerpo del gato el que reacciona de forma anormal debido a la presencia de un alérgeno (Leer aquí: Alergias alimentarias para gatos: causas, síntomas, tratamiento y prevención).
- Hipertiroidismo: cuando el problema de salud está relacionado con la glándula tiroides (lea aquí: Problemas de tiroides en gatos: hipotiroidismo e hipertiroidismo). Suele pertenecer al gato que tiene más de 10 años.
- Diabetes mellitus en gatos: cuando hay una liberación anormal de insulina o un aumento del azúcar en sangre, el cuerpo depende de las reservas de grasas y proteínas para obtener energía.
- Problemas de riñon: por ejemplo insuficiencia renal crónica.
- IBD felina: conjunto de enfermedades del tracto gastrointestinal del gato, que provocan inflamación de las células del tracto digestivo.
- Enfermedades respiratorias: infecciones del tracto respiratorio o asma crónica, pueden provocar una pérdida de peso en el gato pero también provocar un desinterés por la comida.
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El gato anciano pierde peso pero come: cómo llegar a un diagnóstico
Solo el veterinario podrá dar certeza a nuestras dudas, por lo que es absolutamente necesario programar un chequeo si notamos que el gato está comiendo pero no puede ganar peso. Es probable que el experto decida continuar con la análisis de sangre y orina. Es recomendable tener en cuenta los hábitos alimentarios del gato y la cantidad de comida que suele ingerir.
Francesca Ciardiello