Aceptar que el gato está envejeciendo: cómo vivir mejor la edad del gato que avanza
No es tan obvio aceptar que nuestro querido gato está envejeciendo: no es solo una cuestión estética, sino que debemos aprender a afrontar los problemas relacionados con la edad y la idea de un probable final.
Para muchos propietarios, la idea de que los años pasen y dejen marcas visibles en el aspecto y comportamiento de sus queridas mascotas puede resultar muy difícil de aceptar. Esto se debe a que perros, gatos, hámsters, tortugas y muchos otros animales que viven en casa con nosotros han acompañado muchas veces nuestra infancia y han pasado buenos y malos momentos con nosotros. En resumen, lo difícil que es acepta que el gato esta envejeciendo y ¿cómo vivir mejor un período difícil para él (y para nosotros) como la antigüedad y encontrar remedios a las dolencias del paso del tiempo?
Señales de que tu gato se está volviendo ‘grande’
¿Cómo sabemos que el gato está envejeciendo? ¿Ocurre gradualmente, hasta que pasa completamente desapercibido, o es algo inmediato? Ciertamente no sucede de la noche a la mañana, pero puede suceder que seamos los dueños los que nos demos cuenta de que la respuesta de un perro o un gato a un estímulo, un trauma o una condición particular es diferente a la de hace algún tiempo.
Además de esto, también hay algunas señales que pueden hacernos entender que el gato ya no es el ‘felino joven’ del pasado:
- dificultad para correr y caminar,
- sibilancias y dificultad para respirar,
- pérdida de apetito y pérdida de peso excesiva,
- cansancio y sensación de agotamiento,
- somnolencia y apatía,
- episodios de desorientación y pérdida de equilibrio.
¿Qué edad tiene el gato?
Queriendo calcular la edad del gato y ‘traducirla’ en fases de edad humana, podemos decir que:
- un gato de 7 a 10 años es maduro,
- un gato entre 11 y 14 años es mayor,
- mayor de 15 años es geriátrico.
Se trata de una clasificación veterinaria del gato, que por tanto evalúa los signos de envejecimiento esperados para esa fase de edad concreta de nuestro querido amigo de cuatro patas. Las funciones de los diversos sistemas físicos, las actividades cerebrales y la funcionalidad celular sufren una desaceleración progresiva pero inexorable.
Aceptar que el gato está envejeciendo: qué hacer
En realidad podríamos decir que el problema es todo nuestro: la edad avanza para todos, incluso para nuestro gato. Sí, ese gato muy independiente y quizás hasta tímido, tímido y reservado, pero que nos acompañó la mayor parte de nuestra vida o al menos toda nuestra infancia y juventud. En definitiva, la dificultad de aceptar el paso de los años es propia del ser humano, el pensamiento de que algunas cosas o actividades que una vez se hicieron ya no se podrán repetir.
A esta condición se suma también la incomodidad por un pensamiento angustioso que puede ocurrir: la idea de que nuestro gato puede dejarnos en cualquier momento. Hay muchas cosas que podemos hacer cuando nuestras mascotas se están muriendo, pero hay una absolutamente que debemos evitar: dejarlas solas en los últimos momentos de su vida. Ellos nunca harían eso. Pero, ¿qué podemos hacer antes de que el gato dé su último aliento y viva al máximo la etapa de la vejez, o quizás la geriátrica?
- Acepta que su cuerpo ya no es lo que solía ser: no lo obliguemos a realizar actividades demasiado fatigosas, no lo obliguemos a jugar a toda costa y no lo pongamos en posición de hacer saltos desde alturas demasiado altas.
- Ayudémoslo a mantener su cerebro activo: hay tantos juegos de intelecto que siempre mantienen vivo su sistema cerebral. De esta forma el gato también evitará sentirse solo o aburrirse y caer en una profunda depresión que, sumada a las dolencias físicas de la edad, puede resultar fatal.
- Confort y relajación: nos aseguramos de que nuestro hogar sea a prueba de ‘gatos ancianos’, evitando así cosas, objetos y condiciones que puedan poner en peligro su seguridad. Al mismo tiempo, nos aseguramos de que, durante sus frecuentes siestas, siempre tenga una habitación cómoda y tranquila en la que detenerse.
Que errores debemos evitar
Hay muchas cosas que hacemos, a menudo de forma involuntaria, que agravan aún más la afección relacionada con la edad del gato. Algunos de estos consejos son válidos durante toda la vida del gato y no solo cuando se vuelve mayor.
- Perder paciencia: esto se aplica a todas las edades del gato, pero especialmente cuando el gato necesita ser cuidado. No lo regañe si tal vez el gato mayor orine mucho y, a menudo, no puede alcanzar la caja de arena.
- Dale la misma comida: incluso la nutrición de un gato anciano debe cambiar. De hecho, su cuerpo no puede asimilar y procesar los alimentos de la misma manera que cuando era joven. En consecuencia, la elección de los alimentos y su administración también debe cambiar, como ya se especifica en nuestro artículo: Gato anciano: cómo debe cambiar su dieta.
Francesca Ciardiello